La Arquidiócesis de Piura, al norte de la zona occidental de Perú, ha organizado el Congreso Internacional Mariano «El Acontecimiento Guadalupano en el Origen de la Fe y de la Evangelización del Nuevo Mundo Americano», que se realizará los días 17 y 18 de septiembre, al inicio del cual se leerá la Bendición que el Papa Francisco ha enviado especialmente para la ocasión.
Monseñor José Antonio Eguren, Arzobispo Metropolitano de Piura, señaló que los participantes tendrán la oportunidad de «conocer las maravillas que Dios ha obrado en Nuestra Señora de Guadalupe, y sigue obrando a través de Ella en la evangelización de toda América».
El encargado de las ponencias será monseñor Eduardo Chávez Sánchez, canónigo de la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la Ciudad de México, y cofundador del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos. Fue el postulador de la causa de Canonización de San Juan Diego. Ha hecho grandes contribuciones al estudio del evento guadalupano publicando más de 28 libros y artículos. «Será una hermosa oportunidad para conocer y reflexionar sobre los mensajes que Nuestra Señora de Guadalupe nos ha dejado y que siguen estando vigentes para el mundo de hoy después de casi cinco siglos», señaló el arzobispo Eguren.
Asimismo el Arzobispo de Piura sostuvo que este importante evento eclesial reunirá a más de cuatro mil participantes y que más de 300 peregrinos provenientes de los lugares más lejanos de la Arquidiócesis serán acogidos y hospedados en las parroquias de la ciudad, «las cuales se han organizado con la finalidad de brindarles a todos ellos una cálida estadía durante los días del evento».
El arzobispado ha recordado, en la invitación al Congreso, que, «refiriéndose al acontecimiento guadalupano el beato Juan Pablo II dijo: “María dijo a Juan Diego, y hoy lo repite a todos los cristianos: «¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás, por ventura, en mi regazo?». La Virgen se presentaba así como Madre de Jesús y Madre de los hombres. La Virgen de Guadalupe sigue siendo aún hoy el gran signo de la cercanía de Cristo, al invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él, para tener acceso al Padre».
