Por Fernando Pérez Valdez / Escritor queretano

Hace unos días, me comentaba un buen amigo, que mi novela “Espinas”, basada en la vida de fray Antonio Margil de Jesús, narraba situaciones tan extraordinarias, que más le parecía una obra de ficción que una novela histórica.

Sin embargo, debo aclarar que todos los hechos que se mencionan en mi libro son reales y están debidamente documentados. Lo que sucede, es que la vida de los evangelizadores que partieron de los Colegios de Propaganda Fide hacia las diversas regiones de América, son tan portentosas, que parecen sacadas de un cuento. Narrar la vida de cualquiera de ellos, sin agregarle ni quitarle nada, es el argumento perfecto para una novela.

Esto viene a colación, porque el próximo 24 de noviembre, se cumplirán 300 años del nacimiento de fray Junípero Serra, uno de aquellos extraordinarios evangelizadores, que partió del Colegio de Propaganda Fide de San Fernando, en la Ciudad de México, hacia la Sierra Gorda queretana, en donde se construyeron, bajo su dirección, las misiones franciscanas de Santiago de Jalpan, de Nuestra Señora de la Purísima Concepción de las Aguas de Landa, de San Francisco del Valle de Tilaco, de San Miguel Concá y de Nuestra Señora de la Luz de Tancoyol. La historia de la región serrana no podría entenderse sin haber estudiado la obra extraordinaria del misionero franciscano.

Posteriormente viajó hacia la alta California, en donde se fundaron bajo su impulso y dirección, numerosas misiones que darían pie a las ciudades más importantes de la costa oeste de los actuales Estados Unidos de Norteamérica: San Diego de Alcalá (hoy San Diego), San Carlos Borromeo de Carmelo (hoy Carmel-by-the-sea), San Antonio de Padua (actualmente instalación militar en el condado de Monterey), San Gabriel Arcángel (hoy San Gabriel), San Luis Obispo de Tolosa (hoy San Luis Obispo), San Francisco de Asís (hoy San Francisco), San Juan de Capistrano (hoy San Juan Capistrano), Santa Clara de Asís (hoy Santa Clara) y Santa Buenaventura (hoy Ventura), además de otras adicionales fundadas por sus hermanos de hábito e incluso ―aunque no fue misión, sino pueblo―, Nuestra Señora de los Ángeles de la Porciúncula (hoy ciudad de Los Ángeles).

Se calcula que durante su labor misionera, además de las numerosas misiones que estableció, convirtió a miles de indígenas y realizó grandes recorridos, la mayor parte de ellos a pie y cojeando, a causa de una llaga que se le formó al llegar a la Nueva España y de la cual nunca sanó. Tal como comentaba mi amigo, la labor de estos misioneros de los Colegios de Propaganda Fide es tan fuera de lo común, que resulta casi increíble.

Como parte de los festejos que se llevan a cabo en diversas partes del mundo, principalmente en España y en los Estados Unidos, en Querétaro hemos querido sumarnos, dando a conocer la vida de este insigne personaje, a través de una novela histórica intitulada “Siempre adelante”, la cual está en revisión por parte del Excmo. Obispo de Querétaro, don Faustino Armendáriz Jiménez y será presentada como evento inaugural del Tercer Festival Literario de Tequisquiapan, el día 10 de octubre, a las doce horas, en la librería Rulfo. En dicha novela se basa una miniserie, en formato de radionovela, actualmente en etapa de producción y que será transmitida a través de Radio Querétaro.

La extraordinaria labor que llevó a cabo el fraile nacido en Petra, en la Isla de Mallorca, España, ha sido ampliamente reconocida en el vecino país del norte, lo que le llevó a que su estatua esté expuesta en el Capitolio de los Estados Unidos, representando al Estado de California, siendo el único español en detentar dicho honor.

En México, su estatua se exhibe, junto con la de fray Antonio Margil de Jesús,  en la plaza frente al Convento de la Santa Cruz, que fuera sede del primer Colegio de Propaganda Fide de América, de donde saldrían los misioneros que fundarían otros Colegios, como el de Cristo crucificado en Guatemala, el de Nuestra Señora de Guadalupe en Zacatecas y el de San Fernando en la Ciudad de México, entre otros.

Vale la pena leer o escuchar la vida de este importante personaje, cuyo legado en la Sierra Gorda de Querétaro, está considerado hoy en día como “Patrimonio Cultural de la Humanidad”.

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