Por Jesús Colina | Aleteia

Una de las congregaciones religiosas de mayor crecimiento en religiosos y sacerdotes, la Legión de Cristo, está afrontando desde hace años una crisis poco común en la historia de la Iglesia al revelarse los graves y numerosos delitos de su fundador, Marcial Maciel.

Este 8 de enero ha comenzando la reunión del capítulo general  de los Legionarios de Cristo, el máximo órgano de gobierno, que debería certificar un proceso de purificación y relanzar el servicio de esta congregación a la Iglesia y al mundo.

Los 61 sacerdotes participantes el capítulo (42 elegidos por los legionarios y 19 en virtud del cargo) tienen dos objetivos principales: la elección de sus nuevos superiores y la aprobación de las nuevas constituciones.

El capítulo general responderá, además, implícitamente a cinco preguntas que hoy día se hacen miles de personas que han seguido con enorme sorpresa la oleada de revelaciones de escándalos atribuidos a Maciel desde hace más de una década.

Pero antes de analizar estas preguntas, hagamos un repaso de lo que realmente ha sucedido.

Los hechos

·      La Legión de Cristo ha celebrado el 3 de enero 73 años de historia, que comenzó cuando el seminarista mexicano, Marcial Maciel (1920-2008), reunió a un grupo de niños y adolescentes en la Ciudad de México en lo que sería el inicio de un seminario menor. Posteriormente el padre Maciel fundaría la rama seglar, el movimiento de apostolado Regnum Christi, que según su página web cuenta con 30.000 miembros, en más de 30 países.

·      Hoy día, según los datos de su oficina de comunicación, forman parte de la congregación de los Legionarios de Cristo cuatro obispos, 961 sacerdotes, 1.877 seminaristas menores y mayores, con 120 casas en veintidós países. La misma oficina afirma que desde su fundación la Legión de Cristo ha ordenado 1.133 sacerdotes.

·      Este crecimiento de vocaciones ha sido particularmente fuerte en las tres últimas décadas, cuando en los países occidentales la Iglesia católica estaba sufriendo una aguda crisis vocacional. La llegada de tantos seminaristas jóvenes, con elevados niveles académicos, hizo que la Legión se convirtiera, particularmente durante el pontificado de Juan Pablo II, en un motivo de esperanza para muchas personas en la Iglesia.

·      El 19 de mayo de 2006, la Santa Sede con la aprobación de Benedicto XVI, publica un comunicado en el que pide al sacerdote Marcial Maciel que se retire a una vida de oración y penitencia, absteniéndose de encuentros públicos. La decisión culminó así la investigación que había comenzado el mismo cardenal Joseph Ratzinger, como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien recibió denuncias en 1998. El comunicado no especificaba los delitos del padre Maciel, pero da a entender que se trata de crímenes graves, que implican la celebración de los sacramentos. Los Legionarios de Cristo respondieron con un comunicado en el que creen en la inocencia de “nuestro venerado padre fundador”, acatan con obediencia la disposición de la Santa Sede y ven en ella una “nueva cruz que Dios, el Padre de Misericordia, ha permitido que sufra” el fundador.

·      Estas acusaciones comenzaron a hacerse públicas el 23 de febrero de 1997, por un artículo del diario estadounidense Hartford Currant,  en el que ocho antiguos legionarios de Cristo  acusan a Maciel de abusos sexuales cuando eran seminaristas.

·      Un año después de la muerte del padre Maciel, que tuvo lugar el 30 de enero de 2008, los Legionarios de Cristo confirmaban revelaciones de prensa, según las cuales, Maciel tuvo una amante durante muchos años de su vida, con la que concibió a una hija. Al menos otras dos personas se han declarado ser hijos de Marcial Maciel, fruto de una relación con otra mujer.

·      Tras estas revelaciones, el Papa Benedicto XVI encargó a cinco obispos (en España fue monseñor Ricardo Blázquez Pérez) una investigación, conocida como “visita apostólica” de las instituciones de los Legionarios de Cristo, que tuvo lugar entre  2009 y 2010. Las conclusiones fundamentales de la visita fueron recogidas por un  Comunicado de la Santa Sede, el 1 de mayo de 2010.

·      Para acompañar a los legionarios en este “camino de profunda revisión”, el Papa Benedicto XVI nombró a un delegado pontificio, el Cardenal Velasio de Paolis, quien en estos tres años y medio ha renovado a algunos de los superiores de la congregación, y ha guiado el proceso de redacción de las nuevas constituciones, que ahora el capítulo general tiene que aprobar.

Veamos  cuáles son las preguntas espontáneas a las que el capítulo general de la congregación dará respuesta implícita o explícita.

1. ¿Qué pasa con el fundador?

Es la primera pregunta que viene a la mente. En la historia de la Iglesia probablemente no se ha dado un caso tan grave de un fundador de congregación religiosa al que la Santa Sede, en el comunicado citado, no sólo ha reconocido auténticos “delitos” sino que llega a definir como “carente de escrúpulos y de verdadero sentimiento religioso”.

Tras los años de reflexión que ha vivido la congregación, el capítulo general debería poner las condiciones para escribir una historia de la congregación apegada a la verdad. Ha llegado la hora de remplazar la narración que inventó de sí mismo Marcial Maciel y que quedó recogida en el libro que tristemente publiqué (“Mi vida es Cristo”, Planeta, Barcelona, 2003).

Probablemente hasta ahora era difícil escribir una historia fiel a los hechos. Ahora se dan muchos más elementos, necesarios para que los jóvenes que decidan consagrarse a Dios en la Legión tengan conocimiento de causa.

2. ¿Queda superado el “sistema de poder” creado por el fundador?

Esta es la pregunta que surge al releer el comunicado vaticano de conclusión de la visita apostólica, que no sólo acusa al fundador de abusos sexuales, sino también de haber creado en la congregación un “sistema de poder”.

Este “sistema de poder” se basaba en un mecanismo de control de las conciencias de personas de buena voluntad que habían decidido consagrar su vida a Dios. Benedicto XVI tomó medidas inmediatas para evitar este sistema de control de las conciencias, en particular, la derogación del  voto privado que profesaban los legionarios que impedía las críticas a los superiores.

Este “mecanismo de defensa”, como explicó el comunicado vaticano, permitió a Maciel “ser inatacable por mucho tiempo, haciendo consiguientemente muy difícil el conocimiento de su verdadera vida”.

Este mecanismo creó una cultura interna, que el cardenal De Paolis busca superar con el proceso de redacción de las nuevas constituciones. El padre Deomar De Guedes, segundo consejero general, se apartó en noviembre de la congregación por constatar la gran dificultad que todavía hoy existe para superar esa cultura del control. Un ejemplo que el sacerdote cita es el de la revisión de los correos electrónicos personales de los religiosos.

El Comunicado vaticano tras la investigación de los cinco obispos subrayaba “la necesidad de revisar el ejercicio de la autoridad” en la congregación. Las Constituciones que aprobará el capítulo darán la respuesta más precisa a esta petición que planteó la Santa Sede.

3. ¿Cuál es el carisma de los Legionarios de Cristo?

En una comunidad religiosa (benedictinos, dominicos, franciscanos o jesuitas…), el carisma es la manera particular de vivir la espiritualidad y el apostolado en la vida de la Iglesia. Esta experiencia normalmente es expuesta por el fundador con su vida y escritos, y queda recogida en la regla o constituciones.

El comunicado vaticano de mayo de 2010 pidió “redefinir el carisma de la Congregación de la Congregación de los Legionarios de Cristo, preservando el núcleo verdadero, el de la ‘militia Christi’, que caracteriza la actividad apostólica y misionera de la Iglesia y que no se identifica con la búsqueda de la eficiencia a toda costa”.

La historia de una congregación, en particular de su fundador, modela su carisma. Y el caso único de la historia de los legionarios es precisamente la traición tan grave de su fundador.  En un mundo en el que tantas personas sufren la infidelidad de los propios padres o personas queridas, esta traición podría convertirse en una verdadera profecía.

En efecto, precisamente cuando se asiste a la traición del padre que ha transmitido la fe, para el creyente se hace indispensable el arraigamiento único en Cristo. Este es el testimonio que están llamados a ofrecer los legionarios en un mundo de relaciones humanas y afectivas frágiles.

4. ¿Cómo reparar a las víctimas…, no sólo de abusos?

La congregación de los Legionarios de Cristo, de la mano del delegado pontificio, ha creado una “Comisión de Acercamiento” a la que han podido referirse las personas que han sido víctimas de los abusos sexuales de Maciel. En 2010, además, los superiores de la Congregación emitieron una carta de petición de perdón a estas personas.

Víctimas de Maciel han revelado, además, que el padre Álvaro Corcuera, como director general, les ha visitado para pedirles perdón en nombre de la Congregación.

La congregación ha informado además en un comunicado, el 5 de diciembre, que en la historia de la congregación 35 sacerdotes han sido acusados de abuso sexual de menores de 18 años: de los cuales nueve fueron encontrados culpables (incluyendo al fundador), dos han sido considerados como no aptos para una investigación cuando se presentó la denuncia, en diez casos la investigación está todavía en proceso, y 14 no procedieron (acusaciones infundadas o comportamiento imprudente).

Ahora bien, como ha escrito uno de los sacerdotes que asisten en el capítulo, el padre Juan Sabadell, la “purificación de la memoria” no puede terminar en estos gestos: debe ampliarse a la petición de perdón a aquellas personas que fueron atacadas por legionarios por decir la verdad.

Además, esta petición de perdón debe ampliarse a las otras víctimas del “sistema de poder”  de Maciel que ha constatado la Santa Sede y son mucho más numerosas que las víctimas de los abusos sexuales. Muchas personas, en particular, antiguas consagradas del Regnum Christi, están sometidas hoy a tratamientos terapéuticos profundos a causa del lastre psicológico que les ha dejado el control de las conciencias al que hacía referencia la Santa Sede.

Todas estas personas esperan que el capítulo general, en su labor de purificación de la conciencia, tenga un gesto de petición de perdón y reparación.

5. ¿Qué futuro para los Legionarios de Cristo?

Tanto el Papa Benedicto como el Papa Francisco se han expresado públicamente a favor de una purificación y renovación de esta familia religiosa, que debe encontrar su impulso decisivo en el capítulo general.

Del capítulo general dependerá en buena parte el nuevo entusiasmo y libertad de espíritu de los miembros de esta familia religiosa.

La respuesta a esta pregunta está en manos de los participantes en el capítulo. Sus deliberaciones podrán seguirse a través de la página http://capitulogeneral.legionariosdecristo.org

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