Francisco habló sobre la conversación telefónica que sostuvo con el patriarca copto Tawadros: «Recuerdo los fieles, que han sido sacrificados en la playa por ser cristianos». «Murieron con el nombre de Jesús en los labios. Es «el poder del Espíritu. El testimonio supremo». Pero también existe el camino ‘martirial’ de cada día; el camino ‘martirial’ en la defensa de los derechos de las personas; el camino ‘martirial’ en la defensa de los hijos: papá, mamá defensa de su familia; el camino ‘martirial’ de muchos, muchos pacientes que sufren por amor a Jesús».

 

Todavía hoy se mata cristianos en el nombre de Dios Ha vuelto a recordarlo el Papa Francisco en la homilía de la Misa celebrada esta mañana en la Casa Santa Marta, inspirada en el Evangelio del día, en el que Jesús anuncia a sus discípulos al Espíritu Santo: «Tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no sois capaces de sobrellevarlo; pero cuando venga el Paráclito, el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad».

El Señor, dijo el Papa, «habla del futuro, de la cruz que nos espera y nos habla del Espíritu, que nos prepara para dar testimonio cristiano». Así habla «del escándalo de la persecución», el «escándalo de la cruz». «La vida de la Iglesia es un recorrido guiado por el Espíritu», que nos recuerda las palabras de Jesús y «nos enseña cosas que incluso Jesús no podía decir»: «es compañero de viaje» y «nos defiende también» del «escándalo de la Cruz». La Cruz es de hecho una piedra de tropiezo para los judíos que «piden signos» y locura para «los griegos, es decir, los paganos» que «piden la sabiduría, las nuevas ideas», En cambio los cristianos predican a Cristo crucificado. Por lo tanto, Jesús prepara a los discípulos para que no se escandalicen de la Cruz de Cristo: «Ellos os expulsarán de las sinagogas – dice Jesús – de hecho, viene la hora cuando cualquiera os matara, pensará que rinde culto a Dios»:

«Hoy somos testigos de estos que matan cristianos en nombre de Dios, porque son infieles, según ellos. Esta es la cruz de Cristo: «Ellos harán esto porque no conocen al Padre ni a mí’. «Esto que me pasó a mí – dice Jesús – os va a pasar – persecuciones, tribulaciones – pero por favor no se sorprendan; el Espíritu nos guiará y hará conocer».

El Papa habló de la conversación telefónica que tuvo ayer con el patriarca copto Tawadros, «porque era el día de la amistad copto-católica». «Me acordé de sus fieles, que han sido sacrificados en la playa por ser cristianos. Estos fieles, por la fuerza que les ha dado el Espíritu Santo, no se escandalizaron. Murieron con el nombre de Jesús en los labios. Es «el poder del Espíritu. El testimonio. Es cierto, esto es justamente el martirio, el supremo testimonio».

«Pero también está el testimonio de cada día testimoniando hacer de este la fecundidad de la Pascua», que «nos da el Espíritu Santo, que nos guía a la verdad completa, toda la verdad, y esto nos recuerda lo que Jesús nos dice». «Un cristiano que no toma en serio esta dimensión ‘martirial’ de la vida aún no ha entendido el camino que Jesús nos enseñó: el camino ‘martirial’ de cada día; el camino ‘martirial’  en la defensa de los derechos de las personas; el camino ‘martirial’  en la defensa de los hijos: papá, mamá defensa de su familia; el camino ‘martirial’ de muchos, muchos pacientes que sufren por amor a Jesús. Todos tenemos la oportunidad de llevar a cabo esta fecundidad pascual de este camino ‘martirial’, sin escandalizarse».

«Le pedimos al Señor – la oración conclusiva de Francisco – la gracia de recibir el Espíritu Santo que nos hará recordar las cosas de Jesús, que nos guiará a toda la verdad y nos preparará cada día para hacer este testimonio, para dar este pequeño martirio todos los días o un gran martirio, de acuerdo a la voluntad del Señor».

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