Él nos lo dijo:
«Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo».
A través de los tiempos se ha ido repitiendo la misma súplica: «Ven, Espíritu de Dios».
Y es que estamos tan necesitados de su luz,
del fuego de su amor, de paz y de consuelo,
de honda alegría,
de esa mirada amplia para saborear la vida,
de su fuerza para no desfallecer en las luchas por la nueva Tierra…
Por eso acudimos a Él. A Él que está en nosotros,
nuestro amigo, compañero y compañera del alma.
Ven, Espíritu de Dios
Ven, Espíritu de Dios,
danos tu luz, ilumínanos.
Amor que encendió las estrellas,
enciende en nosotros tu fuego.
Ven, compañero del alma.
Ven a ofrecernos tus dones:
paz, consuelo y alegría,
esperanza en el esfuerzo.
Paz, consuelo y alegría,
esperanza en el esfuerzo.
Ven, Espíritu de Dios. (3)
Ven a nosotros, amigo,
nuestro amigo verdadero,
y alienta Tú nuestras luchas
camino de un mundo nuevo.
Nuestro corazón enferma,
sangra y sufre en silencio.
Pon tu aceite en esas llagas
que la vida nos va haciendo.
Pon tu aceite en esas llagas
que la vida nos va haciendo.
Ven, Espíritu de Dios. (3)
Siembra en nosotros tu dones:
Sabiduría y consejo,
el don de escucha y la ciencia
para mirar el mundo y quererlo.
Llena hasta el fondo y ensancha
nuestro corazón pequeño.
Ven, compañero del alma,
nos uniremos en un abrazo eterno.
Ven, compañera del alma,
nos uniremos en un abrazo eterno.
Ven, Espíritu de Dios. (3)
Letra y música: Juan Antonio Espinosa
La grabación se encuentra, junto con 60 canciones más, en el Doble CD «Testigos de Jesús» y la partitura en el libro del mismo título (EDIBESA /www.edibesa.com)
Ahora puedes escuchar toda la canción, (cantada por J.A.Espinosa y el Grupo Voces Unidas) pulsando aqui
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