Por Gilberto HERNÁNDEZ GARCÍA |

En días pasados, el Papa Francisco visitó Turín, en cuya catedral se encuentra la Sábana Santa. Francisco pasó unos segundos en pie ante la Sagrada Imagen, tras lo cual se sentó en una silla dispuesta para ello y, en silencio, oró y la veneró durante algunos minutos.

Aunque hay muchos indicios de que la imagen impresa en la llamada Sábana Santa (o síndone) es la de Jesús, la ciencia y la misma Iglesia han mantenido prudencia en sus afirmaciones. Hoy por hoy todo lo que encierra la Sábana Santa es un misterio que atrae la atención de propios y extraños; sin embargo la Iglesia sigue firme en una posición: la fe de los católicos está por encima de un trozo de tela que sirve para reforzar la fe, no para fundamentarla.

Conversamos con Roberto Gottardovicepresidente de la Comisión de Estudio de la Sábana Santa de la arquidiócesis de Turín, sobre la importancia que tiene esta reliquia en la vida de la Iglesia.

En pocas palabras, ¿Qué es la Síndone?

Es una reliquia que siempre ha sido considerada como muy importante relacionada inmediatamente con la figura de Cristo, por lo que la imagen que vemos sobre esta tela nos habla de la vivencia de la pasión de Cristo: encontramos las heridas, los golpes de los azotes y también las marcas de la corona de espinas; así que, la gente, mirando la imagen inmediatamente le recuerda a Jesús.

¿Qué es lo que más le llama la atención de la Síndone?

El principal elemento es el rostro; personalmente “me impacta”, me fascina, me interroga, porque mirándolo percibes que es un rostro muy particular, es el rostro de un muerto, pero que no habla de una muerte, es un rostro majestuoso y a la vez sereno; difícil de describir. Todas las veces que lo miro me interpela, me llama; es como si me dijera: ¿para ti quien soy yo?

¿Es la Síndone cuestión de fe?

El Papa Juan Pablo II en su discurso de 1998 dijo que la sábana santa no es cuestión de fe, en el sentido de que si uno cree o no cree sea decisivo para la fe católica, lo que dice él es que es como una ayuda para la fe, no un fundamento. Dicho esto, mi propia posición personal, está claro que está de acuerdo con lo que institucionalmente podemos decir o afirmar; viendo esta realidad, su rostro, su cuerpo, estoy convencido: ahí estamos viendo el rostro de Cristo.

Se especula mucho sobre el origen y autenticidad de la Síndone, ¿Qué dice la Iglesia?

La opinión pública quiere una respuesta sobre la autenticidad de la sábana; la Iglesia espera tranquila no tiene esta preocupación; lo que le preocupa es dar pasos en la verdad, esto lleva tiempo; en esto la Iglesia da testimonio de su amor por la verdad, no es uno de los actores en el juego del panorama mediático, la Iglesia sigue su camino aunque algunos sectores le pida caminar en otra dirección.

¿Qué pasaría si en un futuro la ciencia dictamina que esta sábana no es la que envolvió el cuerpo de Cristo? ¿Qué pasaría si se rompiera la relación Sábana Santa Jesús?

En todo caso la fe cristiana puede continuar adelante y tranquilamente con esta certeza. Se podrá pensar qué tipo de oración se podría hacer delante de este objeto. En cualquier caso está bien justificada la veneración de la Sábana Santa porque es un objeto extraño, no es tan solo un lienzo que cualquiera dice que ha estado sobre el cuerpo de Jesús; este lienzo conserva una imagen, y esa imagen está ahí. En todo caso de que pudiera ser demostrado que el lienzo no ha tocado el cuerpo de Jesús, este lienzo es «el espejo del Evangelio», por tanto, aún hoy o en el futuro se puede justificar su veneración, porque esta la imagen del evangelio.

 

 

 

 

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