Por Francisco Xavier SÁNCHEZ |

 Mientras por una parte y en estas últimas fechas el nacionalismo, la xenofobia y los líderes ultraderechistas crecen casi por todo el mundo, por otra parte acabamos de perder físicamente (porque su legado perdurará para siempre) a dos grandes humanistas que nos han ayudado a pensar la naturaleza humana de manera distinta; no como lobos que buscan destruirse y construir murallas, sino como hermanos, tripulantes de un mismo barco que es la humanidad, y que debemos ayudarnos para construir una sociedad más justa. Me refiero a los filósofos y sociólogos, que nos han quitado hace apenas unos pocos días, Zygmunt Bauman (1925 – 9 de Enero de 2017) y Tzventan Todorov (1939 – 7 de Febrero de 2017).

En tiempos de crisis mundial se necesita más que nunca de pensadores. Me refiero a personas que sepan: 1) Analizar la situación mundial y 2) Proponer caminos que nos hagan realmente humana nuestra estancia en el mundo. Los poetas y los filósofos –cuando son realmente Libres y amantes de la Verdad– son como “regalos de Dios” a la humanidad, que Él nos da para acercarnos a Él a través del encuentro responsable con nuestros hermanos. Y es así como Dios nos ha regalado a Sócrates, a Agustín, a Pascal, a Kierkegaard y a Levinas entre otros grandes humanistas. En estas últimas semanas, y con pocos días de diferencia, se han ido dos grandes pensadores Zygmunt Bauman y Tzventan Todorov. Se han ido porque habían cumplido su misión: enseñarnos a vivir mejor. Ahora nos toca a nosotros dar a conocer su mensaje y sobre todo, tratar de ponerlo en práctica.

Zygmunt Bauman y la modernidad liquida. Bauman, judío-polaco, fue uno de los grandes críticos de los tiempos actuales. Una sociedad que él crítica porque impide al hombre construir una identidad solida y responsable. Para Bauman vivimos en una sociedad liquida, es decir inestable y fugaz. La globalización y el consumismo deshumanizan al hombre. El mundo está en constante cambio, todo está regido por el dinero, el individualismo y la búsqueda de poder. La sociedad del compra y tira ha impregnado también las relaciones humanas. Se cambia de celular, de la noche a la mañana, como se cambia también de pareja. “Nadie se puede bañar dos veces en el mismo río”, decía hace siglos el filósofo Heráclito, porque el agua del río está constantemente cambiando. Bauman siglos después asegura que vivimos una humanidad liquida e inestable. Recomiendo como lectura su libro: Amor líquido: Acerca de la fragilidad de los vínculos humanos, FCE.

Tzvetan Todorov y el respeto por la diversidad del otro. Todorov, filósofo búlgaro nacionalizado francés, pasó por varias metamorfosis en su pensamiento que fueron desde el estudio de la lingüística, la semiótica y la literatura, hasta su critica a los regímenes totalitarios. En la etapa final de sus investigaciones se caracterizó por una fuerte critica a los totalitarismos que impiden a los seres humanos vivir en fraternidad. Recomiendo su libro: “La conquista de América, la cuestión del otro.”, Ed. Siglo XXI. En este libro, poniendo como ejemplo la conquista de México por parte de los españoles, Todorov nos habla del desprecio por el otro (indio, judío, mexicano, negro, etc. etc. etc.,) que es distinto a mí (personal o socialmente). Yo no puedo constituirme a mí mismo sin responsabilizarme por el otro. Es sólo diciendo primero “tú eres”, que yo puedo afirmarme en la existencia y decir “yo soy”, a ejemplo de Bartolomé de las Casas, cuyo testimonio de vida y compromiso con el otro, es evidenciado en su libro.

Bauman y Todorov dos pensadores universales que han roto cualquier muralla: racial, cultural o religiosa, para ayudarnos a pensar y sobre todo vivir la grandeza de la fraternidad humana.

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