AGENDA INTERNACIONAL | Por Georg EICKHOFF |

El candidato oficialista Lenin Moreno y su propuesta del Socialismo del Siglo XXI no alcanzaron, el pasado 19 de febrero, los 40% necesarios para ganar en primera vuelta las elecciones presidenciales del Ecuador (además de la necesaria ventaja de 10 puntos porcentuales que sí alcanzaron). En la segunda vuelta, prevista para el 2 de abril, el líder de la oposición Guillermo Lasso tiene la posibilidad de unir y vencer.

Lasso, quien alcanzó 28% de los votos, es miembro supernumerario del Opus Dei. Su propuesta política se inspira en la Doctrina Social de la Iglesia. Se ha rodeado de jóvenes economistas liberales que administran su partido CREO como una empresa privada. En la campaña electoral, el oficialismo siempre habla de Lasso como «el banquero». La polémica social arreciará en la segunda vuelta.

Entre los representantes del Socialismo del Siglo XXI en Latinoamérica, el presidente saliente Rafael Correa ha sido «el menos peor». Ahora parece que el ciclo de su gobierno, que duró una década, se estaría cerrando. No deja el país en ruinas, como Hugo Chávez, en Venezuela. No se aferra al poder personal como Evo Morales, en Bolivia. Pasa a la historia con una hoja de servicios aceptable, parecido a Lula, en Brasil. A pesar de su estilo personal extremamente agresivo, nunca llevó Ecuador al nivel de división que se observó en la Argentina de los Kirchner, campeones de la corrupción.

El Socialismo del Siglo XXI, proyecto ideológico dirigido desde Cuba y por medio del Foro de São Paulo, perdería uno de sus mejores hombres, si Lenin Moreno no gana en la segunda vuelta.

Lo tiene cuesta arriba. La polarización, que él y su padrino Correa siempre han fomentado, ahora opera contra ellos. Es difícil imaginar que su bloque de votantes crezca más allá de los casi 40% ya alcanzados. Ellos mismos son el principal factor para movilizar y aglutinar el voto opositor en la segunda vuelta.

Es de suponer que Lasso, para estabilizar su alianza y para captar un voto disidente de centroizquierda, se ubicaría ideológicamente más al centro. La candidata opositora Cynthia Viteri, que alcanzó 16% del voto en la primera vuelta, ya anunció su apoyo a Lasso.

Observaremos, en las próximas semanas, más esfuerzos de ampliar y profundizar la alianza para el cambio en Ecuador. En la medida de su éxito, vamos a ver otro paso de la superación del Socialismo del Siglo XXI y otra derrota póstuma del gran enemigo de las democracias en Latinoamérica que fue Fidel Castro.

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