Misiones salesianas |

La Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (ACNUR) señaló en 2015 que 63,5 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas de sus países de origen, el número más alto incluso superando a los desplazados después de la Segunda Guerra Mundial. Además, Naciones Unidas informó de que el número de migrantes internacionales -las personas que viven en un país distinto de donde nacieron- llegó a 244 millones ese, un aumento del 41% en comparación con 2000. Esta cifra incluye casi 20 millones de refugiados.

“Nos enfrentamos a la mayor crisis de refugiados y el desplazamiento de nuestro tiempo. Y, por encima de todo, esto no es sólo una crisis de los números; es también una crisis de solidaridad”, declaró Ban Ki-moon, ex secretario general de las Naciones Unidas, en un comunicado hace un año.

En varias ciudades, los Salesianos trabajan para hacer frente a los retos y necesidades a los que se enfrentan los desplazados, migrantes y refugiados que buscaban refugio y seguridad en Europa pero que están experimentando una crisis sin precedentes.

Más de 300.000 refugiados y migrantes han cruzado el Mar Mediterráneo cada año en el último lustro en su camino hacia Europa. Los refugiados sirios forman el grupo más grande, seguido de refugiados de Eritrea y Afganistán. Un alto número de refugiados de Somalia, Irak y Sudán que están en necesidad de protección internacional también están llegando a Europa.

Pero el desafío también es grande en los lugares de origen y en las fronteras con Estados Unidos, donde los misioneros salesianos también realizan una gran labor de acompañamiento y ayuda a todas las personas que buscan una vida mejor y que en muchos casos huyeron de sus países por la violencia.

 La educación en el centro de la ayuda
Los Salesianos han iniciado numerosos programas adicionales para abordar las necesidades de los jóvenes de hoy. Muchos de los nuevos programas se centran en satisfacer las urgencias de los migrantes recién llegados y abordar la necesidad de la educación y el empleo.

Los misioneros trabajan en ciudades de España, Alemania, Austria e Italia en las escuelas locales para ayudar a los niños de familias de refugiados a adaptarse a las aulas.

El trabajo de los misioneros salesianos en América Central es doble: programas para ayudar a integrar a los jóvenes migrantes en sus nuevos hogares a través del idioma y la formación técnica.

Desde 1987, el Proyecto de Tijuana proporciona servicios a los migrantes y a los jóvenes pobres que viven en la frontera entre México y Estados Unidos. El objetivo del proyecto es crear una extensa red educativa en las zonas donde los jóvenes pobres están en riesgo de exclusión social.

Actualmente, el Proyecto de Tijuana está sirviendo a más de 9.000 personas en seis oratorios salesianos, una parroquia y un comedor público que sirve comida a cerca de un millar de personas sin hogar y migrantes cada día.

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