El Papa Francisco invitó a los fieles a unirse espiritualmente a los fieles católicos en China, el 24 de mayo, en la festividad de la Beata Virgen María “Ayuda de los cristianos”, venerada en el santuario de Sheshan”.

Después del rezo de la oración del Regina Coeli, Francisco introdujo el recuerdo de la Jornada mundial por la Iglesia en China, deseada por el Papa emérito Benedicto XVI hace 10 años. En su carta a los católicos chinos en 2007, él expresaba la intención que a través de la oración se refuerce la unidad entre los cristianos subterráneos y los oficiales y la comunión con el sucesor de Pedro, pidiendo también al Señor la fuerza de perseverar en el testimonio cristiano, aún entre los sufrimientos de la persecución. El pontífice pedía también que los católicos contribuyesen al bien de la sociedad china, rezando también por los perseguidores.

El Papa Francisco retomó algunos de esto temas, justamente mientras están en acto diálogos entre la S. Sede y el gobierno chino sobre el método de los nombramientos de los obispos, que parecen polarizar aún más las comunidades en China, mientras que la Asociación patriótica realiza gestos de poder absoluto sobre los pastores  arrestando temporalmente a algunos de ellos  o constriñéndolos a concelebrar actos entre obispos ilícitos y en comunión con la Santa Sede.

“A los católicos chinos- continuó el pontífice- digo: alcemos nuestra mirada a maría nuestra Madre, para que nos ayude a discernir la voluntad de Dios  acerca del camino concreto de la iglesia en China y nos sostenga en el acoger con generosidad su proyecto de amor. María nos alienta a ofrecer nustra personal contribución por la comunión entre los creyentes y por la armonía de la entera sociedad. No olvidemos de testimoniar la fe con la oración y con el amor, manteniéndonos abiertos al encuentro y al diálogo, siempre”.

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