Por Gilberto HERNÁNDEZ GARCÍA |

Los Obispos de México han hecho un “llamado a la esperanza y a la caridad”, luego del sismo de 7.1 grados que azotó el centro del país, particularmente a la Ciudad de México, Morelos y Puebla. Los pastores  han asegurado su “cercanía a los hermanos que sufren estos desastres naturales, no sin dejar de reconocer la belleza de la solidaridad y los lazos profundos de humanidad que hemos constatado en estas últimas horas, por parte de muchos hombres y mujeres de buena voluntad. No hay duda que, cuando sacamos de un mal, la oportunidad para hacer un bien, el corazón se nos renueva y agranda”.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha dicho que la Iglesia Católica que peregrina en México, sigue en oración y acción a favor de las víctimas de los sismos ocurridos el 7 y el 19 de septiembre, así como por las inundaciones provocadas por huracanes, y que han afectado fuertemente gran parte del País, principalmente los Estados de: Morelos, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Baja California Sur, Estado de México y la Ciudad de México.

La CEM informa que “en las diócesis afectadas, los obispos, sacerdotes y laicos, se organizan para atender de muy diferentes maneras la emergencia, disponiendo parroquias y seminarios, como refugios y centros de acopio, así como movilizando otros recursos diocesanos para la atención prioritaria e integral de las personas, y posteriormente la rehabilitación de los recintos eclesiales”.

También comunicaron que “en las diócesis restantes, y en ese afán de estar cerca de las personas que sufren, numerosos hermanos obispos de toda la República, se han solidarizado, emitiendo comunicados diocesanos, impulsando a sus fieles a apoyar en múltiples formas, con la oración, haciendo colectas especiales en las parroquias, y canalizando todo a través de Cáritas Nacional (Mexicana), quien está orientando de manera coordinada la distribución de ayuda proveniente de las diócesis  –económica y en especie– a los damnificados en los lugares devastados”.

“Los sacerdotes y las religiosas, junto con sus comunidades, están acompañando espiritualmente y atendiendo psicológicamente a los necesitados, así como proporcionando apoyo material donde se ha percibido mayor gravedad”, hace saber el comunicado del episcopado.

La CEM informó que por parte de este organismo que agrupa a los obispos de México se ha instalado un centro de operaciones, desde el día 19 de septiembre, en conjunto con el equipo de Cáritas Nacional para atender esta emergencia, y coordinar la ayuda que como Iglesia católica, se debe dar. “Esto es, articulando el quehacer con las diferentes Cáritas del País, haciendo los enlaces con las diócesis, escuelas y los equipos de comunicación, solicitando la ayuda nacional e internacional, y haciendo los puentes con los diferentes organismos eclesiales, de la sociedad civil y gubernamentales”.

Los obispos han insistido en su llamado a la solidaridad, «a través de una colecta económica, que podamos promover en nuestras diócesis y comunidades. Sugerimos para tal efecto, el fin de semana del 23 y 24 de septiembre del presente», a la vez que exhortan  a todos los fieles católicos y personas de buena voluntad, para sumarse a «hacer oración, que es el principio de la caridad, y a ser solidarios con nuestros hermanos afectados, por medio de la ayuda voluntaria y en especie, o a través de la cuenta de Cáritas Nacional e Internacional».

 

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