Durante su visita al 2° Encuentro de Juntos por México que se realizó en Querétaro, el Nuncio apostólico en México, Franco Coppola, advirtió la urgente necesidad de construir en México un nuevo tejido social a través de la fuerza de la familia, porque de lo contrario se corre el riesgo de romper este núcleo y terminar en situaciones de emergencia como se vive hoy en países de Europa y África.

Si no nos comprometemos a construir este tejido social con la fuerza de la familia, vamos a terminar en esa situación”, afirmó ante los medios de comunicación, donde agregó que, en México, es tiempo de crear familias donde nadie se sienta excluido”.

Llamó a la sociedad a estar atenta al desarrollo de los jóvenes que son aproximadamente 50 por ciento de los habitantes del país-. En su mensaje, que buscó destacar la importancia, el valor y la fuerza que tiene la familia, dijo que desafortunadamente en México hay muchos [mexicanos] que son muy desunidos.

En la sesión de preguntas y respuestas puntualizó que, basados en la fe: Ya es tiempo de pasar de las palabras a los hechos; para trabajar por la familia sin exclusiones. Porque en la familia no hay ni debe haber exclusiones”.

Coppola manifestó su deseo por fortalecer la presencia cristiana en la sociedad mexicana y, especialmente, en la vida política del país. Por ello lamentó que algunos liderazgos políticos desafortunadamente hoy, más que a sus ideas, miran las encuestas, las redes sociales o la opinión común y se limitan a secundar, a seguir. En lugar de guiar a sus conciudadanos se hacen seguidores de una ola momentánea; por ello, si no se forma la conciencia ciudadana de la población no sirve de nada trabajar con los políticos, explicó.

Afirmó que, desde su llegada como representante del Papa Francisco, que le ha extrañado que México siendo un país tan católico: A nivel político, de los que profesionalmente deberían, tratan de conseguir el bien común, haya una presencia muy escasa de católicos. Casi no se ve. Hay algunas personas católicas en la política, pero no es nada representativo del 80 por ciento de los católicos del país”.

Por ello, externó su deseo para que la sociedad mexicana pueda trabajar en la construcción de un “espíritu de familia” en el pueblo mexicano: Estamos en una nueva época y es necesario trabajar en dos frentes: Por un lado, que los laicos cristianos puedan expresarse por la construcción del bien común [] pero si no se fortalece la conciencia cristiana de la población, no sirve de nada trabajar con los políticos. Hay que trabajar por los dos campos, ninguno hay que descuidarlo. Hay que fortalecer la presencia cristiana en la sociedad”.

Coppola, que recién cumplió un año como representante del papa Francisco en México, también hizo votos por fortalecer el tejido social del país: “Habría que fortalecer el tejido social y lograr que el Estado dé más seguridad”.  E insistió que, a pesar de que la mafia pueda tener aliados incluso en los gobiernos, si en la política ponemos al frente responsables que no son sujetos a la corrupción se puede ganar una batalla que parece invencible. Juntos se puede ganar”, declaró.

Finalmente, concedió que los cambios son lentos y paulatinos: Pienso que estamos trabajando para que esta conciencia pueda reflejarse en la legislación. Aunque lo importante es que haya una madurez desde este punto de vista; sólo unos laicistas que se han quedado en el 1800 dicen que la Iglesia no debe entenderse con los asuntos políticos. Para eso, Coppola hizo votos por aquellas iniciativas católicas laicales que se esfuerzan en educar y conformar una clase de cristianos que puedan ser representantes de este ideal y de este bien común ahí en los lugares donde se discute”.

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