Las mujeres, que son capaces de conservar la memoria y la fe, son la defensa contra las colonizaciones culturales e ideológicas que en todos los tiempos tratan de quitar la libertad, cancelar la memoria, adoctrinar a los jóvenes. Lo dijo el Papa Francisco en la homilía que celebró esta mañana en la casa santa Marta, comentando las lecturas de la semana que narran la persecución del rey Antíoco Epifanio contra los Macabeos, fieles a la ley de los padres.
Lo que le sucedió entonces al pueblo de Dios, afirmó el Papa Francisco, “sucede cada vez que surge en la Tierra una nueva dictadura cultural o ideológica que es una colonización”. “Piensen-agregó- en aquello que hicieron las dictaduras del siglo pasado en Europa” y en las “escuelas de adoctrinamiento” que de ellas nacieron. “Se quita la libertad, se destruye la historia, la memoria del pueblo y se impone un sistema educativo a los jóvenes. Todas, todas hacen lo mismo. Algunas, también con los guantes blancos; algunas: que sé, un país, una nación pide un préstamo, “no, yo te doy, pero tú, en las escuelas, debes enseñar esto, esto y esto” y te indican los li9bros que debes usar; libros que cancelan la historia; desde ahora se inicia a pensar así. Quien no la piensa así, va dejado de lado, y hasta perseguido”.
Así sucedió también en Europa, donde “aquellos que se oponían a las dictaduras genocidas, eran perseguidos”, eran amenazados, privados de la libertad lo que corresponde a “otra forma de tortura”. Y con la libertad, las colonizaciones ideológicas y culturales quitan hasta la memoria, reduciéndolas a “fábulas” , a “mentiras”, “cosas de viejos”. Recordando entonces a la madre de los Macabeos que exhorta a los hijos a enfrentar con fuerza el martirio, el Papa subrayó el rol único de la mujer en la historia y la custodia de la memoria y de las raíces históricas. “Custodiar la memoria de la salvación: la memoria de la salvación, la memoria del pueblo de Dios, aquella memoria que rendía fuerte la fe de este pueblo perseguido por esta colonización ideológico-cultural. La memoria es aquello que nos ayuda a vencer todo sistema educativo perverso. Recordar, Recordar los valores, recordar la historia, recordar las cosas que hemos aprendido. Y después, mamá que hablaba dos veces-dice el texto- “en la lengua de los padres”: hablaba en dialecto. Y no hay ninguna colonización cultural que pueda vencer al dialecto”.
La “ternura femenina” y en el “coraje viril” de la madre de los Macabeos que se fortalece en las raíces de la lengua de los padres en la defensa de sus hijos y del Pueblo de Dios, hace pensar, comentó el Papa, que “solamente la fuerza de las mujeres es capaz de resisitir a una colonización cultural”. Son ellas, las mamás y las mujeres, las custodias de la memoria, del dialecto, “capaces de defender la historia de un pueblo” y “de transmitir la fe” que después “los teólogos explicarán”. “El pueblo de Dios que fue adelante gracias a tantas grandes mujeres, que han sabido transmitir la fe a sus hijos y solo ellas, -las mamás- saben transmitir la fe en dialecto. Que el Señor nos dé siempre la gracia, en la Iglesia, de poseer la memoria, de no olvidar bel dialecto de los padres y de tener siempre mujeres valientes”.
