Por Chucho Picón|

El Observador converso con el cineasta mexicano Felipe Vázquez Maqueda, director del documental Perseguidos por su fe:  «Creo que todo el mundo piensa que la problemática está en Iraq, en Medio Oriente, en China… ¡No! ¡La tenemos a la vuelta de la esquina! El laicismo agresivo está presente en todo momento. Está bien ser un país laico, pero hay un laicismo agresivo. Me parece que la persecución en todos los tenores la tenemos enfrente, aunque la gente piense que sólo es en Iraq o en Siria o en China. No, está aquí presente». Conoce un poco más de este documental que busca acabar con el silencio cómplice y culpable que intenta callar los gritos desesperados de los cristianos perseguidos en el mundo.

Felipe, platícanos un poco  de ti.
Me considero más un contador de historias que un cineasta o un director de cine o director de documentales. Tengo más de treinta años filmando. He viajado por el mundo contando historias, siempre tratando de aportar algo al mundo y a la humanidad.

Cuéntanos qué es “Perseguidos por su fe”.
Creo que el nombre lo dice todo, ya que la gente es perseguida simplemente por su fe, sus creencias. En este caso, los cristianos perseguidos. Pero hay otras religiones que también son perseguidas. Se calcula que hay más de 80 países donde no se respeta la libertad religiosa. Eso es muy doloroso, no importa que sean budistas, cristianos, musulmanes… ¡son perseguidos! Y eso es doloroso. En “Perseguidos por su fe”, en este caso sí se trata de la fe cristiana.

Felipe; ¿cómo te involucraste en la filmación del documental “Perseguidos por su fe”?
El proyecto llegó en un momento difícil de mi vida, en una etapa de no muy buena salud. Ocurrió cuando asistí a Misa un 24 de diciembre. Y en esa Misa me quedé pensando y viendo los clavos de Cristo: “¿Por qué nadie ha contado una historia diferente sobre Jesús?”. Porque hay muchas películas sobre Jesús, sobre su vida, pero yo sentía que no estaba todo contado respecto a Él.  Esa noche, estando yo en mi casa muy enfermo, descubrí el tema de los cristianos perseguidos. Casi no se sabía nada; era un tema oculto. Pero encontré entonces unas notas de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada; esto fue en el 2010.  Empecé a estudiar el asunto, y para mí fue una sorpresa descubrir esta terrible realidad. Y así nació “Perseguidos por su fe”. La verdad es que llegó como una inspiración, como un mensaje; no sé si decir “como algo divino”, pero lo sentí como una propuesta del Cielo, como algo muy extraño en mí. Y decidí contar esta historia que se antojaba complicadísima.

¿Quiénes están involucrados en la prodcción del documental?
Aparte de Juan Manuel Márquez, que es nuestro productor ejecutivo, está mi querida amiga Norma Rodríguez Macías, que es la que nos acercó a Juan Manuel Márquez. Igualmente mi amigo Daniel Sánchez caballero, que es también es productor de esta película. A Ayuda a la Iglesia Necesitada y a Radio y Televisión Católica Network, de Alemania, le explicamos el proyecto y nos abrieron las puertas. Muchas de las imágenes que se ven en el documental son de ellos.

¿Cuáles fueron los principales retos a los que se tuvieron que enfrentar a lo largo de la producción?
No es fácil que la gente quiera hablar; es un asunto que causa temor a los entrevistados porque son perseguidos. En Egipto algunos sacerdotes de la Iglesia copta nos pidieron que tapáramos sus rostros, así que decidimos mejor no incluirlos por una cuestión de seguridad para ellos. Y un joven seminarista de origen chino también pidió que se le tapara el rostro, porque de verdad corren peligro si dan la cara. Yo no diría que filmar la película nos causó tantos problemas, ni recorrer los países.

¿Cuál fue tu primera impresión al recorrer el mundo y ver que, efectivamente, hay perseguidos por su fe?
No sólo es algo tristísimo sino que, inclusive, puede no creerse que en pleno siglo XXI haya este tipo de cosas. Porque esto pasaba en la época de los romanos. ¡Pero ahora es peor que en esa época! Estuve en Roma y visité las catacumbas. Y uno se pregunta cómo es posible que pasen mil, dos mil años, y que siga pasando lo mismo. ¡Es increíble! En realidad esta persecución nunca se ha ido; ha estado presente siempre. El siglo XX también fue un siglo de persecución terrible, y más en México.

¿Tu fe te ayudó en la realización de este documental?
Sí, por supuesto. No había otra manera de hacerlo. Si no tienes fe en Dios, en tus ideas y en la gente, no haces este proyecto. Yo siempre le digo a mis amigos y a mi madre: “Ésta es la película que Dios me encargó”.

¿Felipe, alguna vez ha sido perseguido por su fe, por ejemplo en el ambiente del cine y de los medios de comunicación?
Yo en esencia no he sido perseguido por mi fe, gracias a Dios; pero me dolería mucho que esta película no viera la luz; sería muy triste que esta película no se difundiera, que en pleno siglo XXI alguien piense que esta película pueda causar un daño. Creo que sí podría ser discriminada por alguna gente que podría pensar que la película tiene algo tendencioso. ¡Y eso es algo que me preocupa! Porque en realidad la película está hecha con amor, con muy buena voluntad, con ganas de revelar la verdad sin ninguna tendencia; simplemente decir la verdad de las religiones y de la situación de los cristianos en el mundo actual.

¿Hay algún plan para que el Papa Francisco vea “Perseguidos por su fe”?
En eso estamos; esperamos que la pueda ver. Ya se lo comunicamos al padre Lombardi; hablé con él por teléfono y espero que en estas semanas podamos llevar el documental al Vaticano. Por lo pronto ya tenemos la promesa de que el padre Lombardi lo va a ver y nos va a dar su opinión.

¿Cuánto tardó la realización de “Perseguidos por su fe”?
Más o menos cuatro años, porque fue un trabajo profundo, brutal. Hay muchísima gente involucrada, de todo el mundo; hay gente de Egipto, de Alemania, de Italia, de Inglaterra, de China…, en fin.

¿Dónde fueron las locaciones?
En Roma, en el Vaticano; en Alemania, en México, en China…

¿Cuál fue el momento más impactante a lo largo de la producción de “Perseguidos por su fe”?
China fue un verdadero reto. Pero lo más triste, y lo digo así con ese tono, es que no pudimos ir a todos los países a los que queríamos incluir en este documental, ¡no cabían! De verdad el primer corte la película duraba cinco horas. Fue triste tener que mutilarla, pero había que hacerlo porque la gente no aguantaría cinco horas. Entonces tuvimos que sacar de la filmación a varios países y darle prioridad a lo más importante. Es que lo que la película busca entre la gente normal, común como yo, es introducirla en este tema, pero no superficialmente; por eso se seleccionaron los puntos más importantes para que hubiera un correcto entendimiento de lo que está pasando con la libertad religiosa y la persecución de los cristianos en el mundo. Se hizo una edición en la cual fuera claro esto. El primer guión que se hizo tenía mil hojas; después bajó a 660, y en el último quedó en 150 hojas. ¡De veras no cabía! Y eso fue lo más doloroso: tener que sacar cosas que nos parecían valiosas. Pero las que están en la película son las fundamentales y las necesarias para entender esta problemática.

¿Dónde se debería difundir?
Nuestro reto es que se difunda en México y en todo el mundo, simplemente. Ojalá esta película pudiera llegar a millones de personas para que conozcan esta realidad. Porque, por ejemplo, a mí me decía gente de Alemania que en Europa conocían el tema; ¡pero no es cierto! Yo conozco gente de Irlanda y de España que no conocen el tema. Estando en Barcelona había gente que me decía: “¿De qué hablas?”. O sea que sí hay un desconocimiento del tema en el mundo. Parecería mentira pero sí lo hay; ¿por qué?, porque ha habido —no sé por qué, no te lo podría explicar—, una especie de ocultamiento del tema: los medios de comunicación no hablaban mucho del tema. Entonces, ¿cuál es el interés de esta película? Colaborar en la difusión de esta realidad, y que con esto haya un cambio de paradigma, un verdadero cambio en todo el mundo en materia de derechos humanos y libertad religiosa. Y espero que en ello esta película ponga su granito de arena.

¿Entonces quizá ha habido en el mundo como un silencio cómplice?
Sí, podría ser; es doloroso decirlo, pero podría haber un silencio cómplice; ¿por qué? No lo sé, no tengo la respuesta. Apenas ahora, en el 2015, se está empezando a escuchar un poco más, pero no todavía lo suficiente, ¡no lo suficiente! Sigue habiendo un gran desconocimiento. Cuando empecé a hacer esta película, unos amigos muy ilustrados me decían: “¿Estás seguro? ¿De verdad está pasando eso en el mundo?”. Es que la gente no lo creía. Y hoy mucha gente lo está descubriendo, pero a cuentagotas. La película no busca hacer amarillismo, no busca aprovecharse de la muerte de otras personas o hacer un escándalo. De verdad lo que intentamos es que nos tengamos que sentar a hablar de paz, de amor, de entendimiento. Y que por motivos religiosos, por motivos de fe, la gente no pierda la vida.
Y en estos momentos parece que la situación empeora.

¿Quiénes deberían ver “Perseguidos por su fe”?
Yo creo que todo el mundo. Tengo que reconocer que hay escenas muy fuertes. Y de hecho tratamos de quitar mucho del material fuerte por respeto a las personas que perdieron la vida, y por respeto a sus familias, a sus sociedades y a la gente en general. Pero sí hay aún algunas escenas fuertes. Yo creo, pues, que todos deben ver esta película, especialmente todos los que toman decisiones en este mundo. De verdad hace falta que todas las religiones se junten para dialogar. ¡Por que no puede ser que nos odiemos por nuestras religiones! ¡No puede ser que la gente asesine a cristianos por ser cristianos! “Cruzados” o “nazarenos” nos dicen en Iraq, y nos asesinan. ¡Y eso tiene que cambiar! Esperemos que la película abra las conciencias y se logre algo así.

¿Los que vean “Perseguidos por su fe” qué se van a llevar en su corazón?
Espero que un mensaje de paz, un mensaje de reconciliación.

¿Cuándo sería el estreno del documental?
Ya la película está concluida. No tenemos una fecha fija para el estreno. Pero hay una invitación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada para transmitirla el 1º de diciembre en una sala de Cinemex. Ha sido muy difícil difundir la película.

¿Qué mensaje les das a los cristianos que están siendo martirizados, perseguidos?
Siento que yo no soy nadie para decirles nada; no sé si decirles: “¡Valor!”, pero simplemente les diría: “Fe en Dios. Crean en Dios y cuídense mucho”. No tengo las palabras correctas. Solamente les puedo decir que pido por ellos, y que Dios los cuide mucho.

Si no se detiene esta persecución, ¿todos podemos ser víctimas?
¡Por supuesto! ¡No cabe duda! Creo que todo el mundo piensa que la problemática está en Iraq, en Medio Oriente, en China… ¡No! ¡La tenemos a la vuelta de la esquina! El laicismo agresivo está presente en todo momento. Está bien ser un país laico, pero hay un laicismo agresivo. Me parece que la persecución en todos los tenores la tenemos enfrente, aunque la gente piense que sólo es en Iraq o en Siria o en China. No, está aquí presente.

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