Por Francisco Xavier Sánchez |
En estos últimos días los medios informativos (en particular Televisa y TV Azteca) han estado difundiendo mucha información sobre las irregularidades que se estaban cometiendo en un albergue para niños en Michoacán, fundado por “Mamá Rosa”. Lo que me ha llamado la atención en toda esta historia mediática es la reciente carta (17 de Julio), en apoyo de Mamá Rosa, firmada por reconocidas personas de calidad moral en su defensa. ¿A quién creer en todo esto?
Nuestro gobierno mexicano es cada vez más grotesco y estúpido que queriendo tratarnos como niños, ellos mismos caen en desprestigio y ridículo. Se suelta a narcotraficantes que después son nuevamente buscados; o a secuestradoras por haber manipulado, las mismas agencias oficiales, mediáticamente las pruebas en su contra; o se mete a la cárcel a personas inocentes como a la indígena Jacinta, acusada de haber secuestrado a 6 policías de la AFI; o se le siembran drogas y armas al Dr. Mireles, se le rapa y se le lleva a una cárcel de alta seguridad, por haber cometido el delito de haber querido defenderse de los narcotraficantes, etc., etc., etc.
No es necesario recurrir a los finos análisis de Noam Chomsky sobre la manipulación de los medios de comunicación, para darnos cuenta del grado de imbecilidad de nuestros políticos mexicanos. Acaba de terminar la copa del mundo que nos mantuvo distraídos durante algunas semanas. Ahora que el “Piojo” no se despedaza de gusto por haber conseguido un empate contra Brasil, ¿quién podrá distraernos mientras los políticos se reparten el botín y acomodan México a su antojo?
Muy probablemente el albergue de Mamá Rosa no cumplía con todas las normas de higiene y seguridad que uno supondría, pero de allí a dedicarle tanto tiempo mediático para hablar de su caso, es otra cosa. Sobre todo el hecho de que personas como un premio Nobel de literatura: Le Clezio; defensores de Derechos humanos como Lydia Cacho o Javier Sicilia, e importantes escritores (Poniatowska, Krauze, Zaid, etc.), entre varios más, la defiendan, da mucho en qué pensar.
El evangelio del Domingo XVI del tiempo ordinario (Mateo 13, 24-43) nos habla de la coexistencia del trigo con la cizaña, de gente buena con gente malvada. Los medios de comunicación en México son cada vez más poderosos y manipulan constantemente nuestra visión de la realidad y de las personas. Pero al mismo tiempo se están volviendo tan absurdos y estúpidos, que dan pena a nivel nacional y vergüenza al internacional, por la manera en que pretenden enajenarnos. Esta palabra, tan analizada por Marx a mediados del siglo XIX, ha recobrado gran actualidad en el México contemporáneo. El Gobierno-Medios de comunicación nos quiere alienar, es decir desposeer, hacernos ajenos a nosotros mismos.