Por Gilberto HERNÁNDEZ GARCÍA |
120 millones de niños y niñas de 5 a 14 años de edad se encuentran en situación de trabajo infantil. Estas son las cifras que diversos organismos internacionales de protección a la infancia dan a conocer en el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebra este 12 de junio.
Este año, el Día mundial contra el trabajo infantil centra su atención de manera particular en la importancia de una educación de calidad como un factor clave en la lucha contra el trabajo infantil. «Es el momento oportuno para hacerlo ya que en 2015 la comunidad internacional examinará las razones de la incapacidad de alcanzar los Objetivos de Desarrollo respecto a la educación y establecerá nuevos objetivos y estrategias», señala un comunicado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según la misma OIT, «la persistencia del trabajo infantil tiene sus raíces en la pobreza, la falta de trabajo decente para los adultos, la falta de protección social y la incapacidad para asegurar la asistencia de los niños a la escuela hasta la edad mínima legal de admisión al empleo».
Por eso, en el Día mundial contra el trabajo infantil diversas organizaciones, atendiendo al lema propuesto para este año han hecho un llamado para exigir a los gobiernos una educación de calidad, libre y gratuita para todos los niños hasta por lo menos la edad mínima de admisión al empleo y emprender acciones para llegar a aquellos niños actualmente en situación de trabajo infantil; además de realizar nuevos esfuerzos para asegurar que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean coherentes y eficaces; también han pedido políticas que garanticen el acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente.
Dejan libros y juguetes por herramientas de trabajo
La OIT señala que muchos niños trabajadores no asisten a la escuela. Otros, combinan la escuela con el trabajo pero a menudo en detrimento de su educación. Debido a las carencias en educación y cualificaciones adecuadas, los adultos que fueron niños en situación de trabajo infantil tienen más probabilidades de realizar trabajos mal remunerados, encontrarse en situación de inseguridad en el trabajo o de desempleo. A su vez, es más probable que sus propios hijos caigan también en una situación de trabajo infantil. Romper este círculo vicioso resulta un desafío a nivel mundial y para ello la educación desempeña un papel clave.
El organismo internacional indica que «una educación de calidad, gratuita y obligatoria, hasta la edad mínima de admisión al empleo es un instrumento fundamental para acabar con el trabajo infantil. La asistencia a la escuela aparta a los niños, al menos en parte, del mercado laboral y sienta las bases para la adquisición de cualificaciones profesionales necesarias para un futuro empleo remunerado. La crisis mundial del empleo juvenil y los problemas que experimentan los jóvenes en la transición escuela-trabajo ponen de relieve la necesidad de una educación pertinente y de calidad que desarrolle las cualificaciones necesarias para tener éxito tanto en el mercado laboral como en la vida en general».
Las Naciones Unidas, en sus Objetivos de Desarrollo para el Milenio, fijaron como meta el asegurar para 2015 que todos los niños y niñas puedan completar un ciclo de educación primaria. Sabemos ahora que esa meta no se podrá alcanzar.
Según datos recientes de la UNESCO sobre matriculación escolar, 58 millones de niños en edad de escolarización primaria y 63 millones de adolescentes en edad de escolarización secundaria están aún sin escolarizar. «Muchos de los que sí lo están, no asisten a la escuela de forma regular. Al examinar la comunidad internacional las razones de la imposibilidad de alcanzar los objetivos, está claro que la persistencia del trabajo infantil sigue siendo una barrera para progresar en la educación y el desarrollo. Si el problema del trabajo infantil es ignorado o si no se aplica adecuadamente la ley que lo prohíbe, los niños que deberían estar en la escuela seguirán trabajando. Para poder progresar se requiere una acción a nivel nacional y local para identificar y llegar a los niños en situación de trabajo infantil».