FE Y RAZÓN | Por Luis-Fernando VALDÉS |
Como si fuera una película de intriga, corrió la noticia de que 13 cardenales se rebelaron contra el Papa, con motivo del sínodo de la Familia. ¿Qué pasó en realidad? ¿Este enfrentamiento es real o es una mera cuestión de manejo informativo?
1) La carta filtrada. El vaticanista italiano, Sandro Magister, publicó en su blog el pasado lunes 12 de octubre, una carta firmada por 13 cardenales (de los que 4 se desmarcaron), en la que expresaban sus preocupaciones “compartidas por otros padres sinodales”, sobre la metodología del sínodo.
Magister subraya que los firmantes afirman que esa metodología está “configurada para facilitar unos resultados predeterminados sobre cuestiones importantes que son objeto de controversia”. Y sostiene que “Francisco ha rechazado en bloque sus peticiones”.
2) Los titulares de prensa, a partir de la filtración de Magister fueron como estos: “Molestia por carta con denuncias sobre Sínodo de la Familia” (La Nación: San José, Costa Rica), “Filtración de carta de cardenales conservadores al Papa desata polémica en el Vaticano” (La Tercera: Santiago de Chile), “Estalla nuevo ‘Vatileaks’ en pleno sínodo de obispos” (Milenio: Ciudad de México), “Una carta aumenta las intrigas en el sínodo” (La Nación: Buenos Aires), “Con una carta, 11 obispos se rebelaron contra el Papa” (Info News: Buenos Aires).
Quien lee estos encabezados se queda con la idea de que hay una rebelión de obispos conservadores contra el Papa, que buscan denunciar una desviación en la ortodoxia católica. También se da a entender que gracias a una filtración, nos dimos cuenta de las intrigas que hay dentro del sínodo de obispos.
3) Lo que pasó en realidad. El Cardenal Timothy Dolan, de Nueva York, explicó a The Catholic Channel el contexto de esa carta. Se trataba de escribir al Santo Padre sobre dos aspectos que les preocupaban a varios cardenales: que en el Sínodo se discutiera un único documento (el Instrumentum Laboris) y sobre la elección de los miembros del comité de redacción del documento final.
El Arzobispo neoyorkino reveló que cuando se inició el Sínodo, el Papa Francisco “con mucho tacto y sin referirse a la carta comentó que había escuchado algunas preocupaciones nuestras y luego hizo una lista de ellas, exactamente las mismas que acabo de mencionar”. Y dijo que con esta intervención de Francisco las peticiones de la carta fueron resueltas.
Además, Mons. Dolan aclaró que la misiva fue enviada antes del inicio del sínodo y que fue escrita en italiano, con lo cual cae por tierra la credibilidad de Magister que afirmó tener el “original en inglés”. Y lo mismo cabe decir sobre la falsedad de que el Papa “rechazó en bloque” las peticiones.
Por su parte, el Cardenal George Pell, quien fue el que tuvo la iniciativa de enviar esa carta, en declaraciones a ACI Stampa comentó que “la lista de los firmantes está errada y el contenido tampoco es ese. No sé precisamente qué han hecho, pero tal vez han atribuido formas equivocadas a un texto equivocado”.
También el Cardenal Wilfried Napier, Arzobispo de Durban (Sudáfrica), declaró públicamente que él firmó una carta enviada al Santo Padre, pero con un contenido distinto a la que Magister ha difundido.
Es muy difícil que las noticias sobre la Iglesia sean tratadas con “neutralidad”, ya que suelen referirse a temas sobre los que la sociedad occidental tiene posiciones encontradas (como la familia y el matrimonio). Por eso, resulta importante que seamos lectores con sentido crítico para no dejarnos llevar por titulares alarmistas, que presentan una visión politizada de la Iglesia.
http://www.columnafeyrazon.blogspot.com