Nos habéis hecho llegar un vídeo que analiza el supuesto efecto de la vacunación en la mortalidad por covid-19 en el mundo, junto con una captura del caso particular de España. En el vídeo se muestra cómo el número de fallecimientos por covid-19 empezó a aumentar a finales de diciembre de 2020, coincidiendo con el comienzo de la campaña de vacunación. El vídeo es ENGAÑOSO. Esta coincidencia es real, pero las imágenes tratan de vincular dos variables que no están directamente relacionadas. Las muertes registradas durante la primera etapa de la vacunación dependen de circunstancias epidemiológicas como la relajación de la movilidad durante el período navideño. De hecho, cuando la mortalidad se estabilizó en abril, el ritmo de inmunización era tres veces más alto que en enero.
Correlación no implica causalidad
Es cierto que el cambio de tendencia en los fallecimientos en España (alrededor del 25 de diciembre) coincidió prácticamente con el inicio de la campaña de vacunación (el 27 de diciembre de 2020). Sin embargo, “la correlación no siempre tiene que ver con la causalidad”, advierte a Verificat Marc Sáez, estadístico y epidemiólogo de la Universidad de Girona. “En este caso, se trata simplemente de dos variables que tienen comportamientos similares durante un tiempo”, asegura.
La campaña de vacunación ha ido aumentando su intensidad de manera progresiva y empezó por los grupos de edad más vulnerables a la infección por SARS-CoV-2. Según datos del Ministerio de Sanidad, hasta principios de marzo el número de vacunas suministradas en España no alcanzaba las 100.000 dosis diarias, mientras que durante la última semana de abril acabó rozando las 300.000. Es decir, entre enero y febrero, con una mortalidad que se disparó hasta los 589 decesos en un día, el ritmo de vacunación era tres veces menor que cuando la situación ya se había estabilizado por debajo de las 100 muertes diarias.
De hecho, el efecto de las vacunas se ha hecho patente con el tiempo. Por ejemplo, en el caso específico de las residencias de ancianos, para abril la mortalidad se había reducido en un 99,7%, como explicamos en un artículo.
Las vacunas sí fueron protagonistas en la cuarta ola, según valora el experto de la Universidad de Girona. La situación epidemiológica vivida en Semana Santa recuerda al patrón navideño: antes de la semana festiva se relajaron las restricciones y aumentó el contacto social. Sin embargo, la cuarta ola fue mucho menor que la tercera. “El motivo más importante para esta diferencia es la vacunación”, asegura el estadista, aunque esta vez “la mayor movilidad no representó tantos contactos como en la tercera ola”. A 31 de marzo ya eran más de 5 millones las personas vacunadas con al menos una dosis (13,2 % de la población a vacunar).
Variables paralelas
Relacionar dos variables que coinciden en el tiempo pero que no tienen una relación causal es una forma muy habitual de manipular datos. Es como decir, por ejemplo, que “en Europa nacen más niños en la primavera que durante el resto del año; y en primavera vienen las cigüeñas: por lo tanto, las cigüeñas traen a los niños”, como ironiza Marc Sáez, que explica que hay otros ejemplos de variables que evolucionan en paralelo pero que son independientes entre sí. Desde Verificat ya hemos desmentido informaciones que circulan en distintos formatos y que relacionan de manera falaz la vacunación contra la gripe con las muertes causadas por la covid-19.
Datos erróneos
El vídeo, que cita como fuente de datos a la web Health Data, muestra una supuesta incidencia de muertes que llega a 80 defunciones semanales por cada 10.000 habitantes en la semana del 4 de febrero en España. Sin embargo, todas las cifras que se muestran en la imagen están multiplicadas por 100 respecto a las que ofrecen tanto la página web citada como el Gobierno. Es decir, que el pico de mortalidad de la tercera ola se dio durante la semana que indica el vídeo, pero la cifra de fallecimientos semanales fue mucho menor: de 0,8 por cada 10.000 habitantes.
De hecho, a lo largo de toda la pandemia, se han registrado en España 80.099 muertes (con datos del 3 de junio), lo que supone un total de 17 por cada 10.000 habitantes, una cifra bastante inferior a las 80 semanales de las que habla el vídeo.
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