Redacción
Así como fueron apareciendo cientos de restos óseos en los hornos encontrados en el Rancho Izaguirre del municipio de Teuchitlán, Jalisco, así también se fueron revelando las múltiples atrocidades que se cometían en dicho espacio por integrantes del crimen organizado, lo que provocó indignación a nivel nacional e internacional.
La Conferencia del Episcopado Mexicano se sumó al clamor de justicia y expresó en un comunicado su profunda indignación y dolor ante este hecho que constituye “una de las expresiones más crueles de maldad y miseria humana que hemos presenciado en nuestro país”.
En una lista de seis puntos, los pastores de la Iglesia de México manifestaron su preocupación por la omisión de las autoridades que, por un lado presumen reducción de cifras en los índices de desaparecidos cuando en realidad estas han aumentado.
A su vez, ensalzaron la labor de las madres buscadoras que, con su testimonio, animan al resto de la sociedad. Es por ello que hacen un fuerte llamado a las autoridades a no omitir ni ocultar la realidad por la que a traviesa el país, y ofrecen su participación y colaboración para atender esta crisis humanitaria.
A continuación, los seis puntos mencionados:
- Denunciamos con profunda preocupación que existan muchos lugares como este en nuestra nación, los cuales son sitios donde se han cometido los más graves delitos contra la humanidad. Estos actos atentan directamente contra la dignidad sagrada de la persona humana creada a imagen y semejanza de Dios.
- Señalamos que estos hallazgos ponen en evidencia la omisión irresponsable de autoridades gubernamentales de los tres niveles ante uno de los problemas más críticos que enfrenta el país: la desaparición de personas. Esta realidad exige una respuesta inmediata, contundente y coordinada del Estado mexicano.
- Manifestamos nuestro extrañamiento porque mientras se presume que bajan un 15% los asesinatos dolosos, se trata de ocultar que crecen un 40% las desapariciones. Desafortunadamente la mayor parte de estas víctimas son nuestros jóvenes.
- Reconocemos y exaltamos la extraordinaria labor de las madres buscadoras y distintas organizaciones ciudadanas que, impulsadas por su dolor, valentía y tenacidad, son las que verdaderamente consiguen avances en la búsqueda de sus seres queridos y realizan hallazgos decisivos que mantienen vivo el clamor por la justicia. Su testimonio nos interpela a todos como sociedad.
- Exhortamos respetuosamente a las autoridades a:
– Investigar exhaustivamente estos hechos con transparencia y eficacia.
– Dejar de evadir su responsabilidad o de intentar ocultar esta realidad.
– Fortalecer urgentemente, entre los tres niveles de gobierno, los mecanismos de búsqueda e identificación de personas desaparecidas.
– Implementar políticas efectivas que prevengan estos crímenes atroces y garanticen la no repetición. Como sociedad y como nación debemos comprometernos a un rotundo: ¡NUNCA MÁS!
– Romper definitivamente con las alianzas que pudieran existir entre el crimen organizado y algunos ambientes políticos para liberar a México de esta decadencia moral.
6.. Ofrecemos nuestra participación en espacios de diálogo y colaboración para atender esta crisis humanitaria, acompañar a las víctimas y contribuir a la reconstrucción del tejido social tan lastimado por estos actos de violencia extrema.
“No tienen información correcta”
El 13 de marzo, un día después de la emisión del comunicado, la jefa del Ejecutivo federal, Claudia Sheinbaum, dijo en Palacio Nacional que el Episcopado no tiene información correcta con respecto al porcentaje de personas desaparecidas: “No tiene la información correcta el Episcopado, vamos a informar a partir de… En 15 días vamos a informar sobre el número de carpetas de investigación de desapariciones también, que recuerden que en las carpetas de investigación de desaparición se hace la denuncia y hay que esperar unos días para ver si fue hallada la persona”.
Y agregó: “el Episcopado no tiene la información correcta y con gusto le pedimos a la secretaria de Gobernación que entre en contacto con ellos para explicarles que no es así”.
El compromiso
Finalmente, los obispos invitan a toda la comunidad católica, en este tiempo de Cuaresma, “a intensificar la oración por las personas desaparecidas y sus familias, a solidarizarse activamente con los colectivos de búsqueda y a trabajar juntos por la construcción de la paz”.
La Iglesia Católica en México, reafirman, “renueva su compromiso de ser voz de los que no tienen voz y de colaborar incansablemente en la construcción de un país donde prevalezca la justicia, la verdad y el respeto irrestricto a la dignidad humana”.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 23 de marzo de 2025 No. 1550