Redacción
Un pequeño incidente marcó los primeros momentos tras el anuncio de la muerte del Papa Francisco. En la sacristía de la Basílica de San Pedro, los encargados de la Fabbrica di San Pietro presionaron el botón M12, el que activa el toque solemne de las campanas vaticanas. Es un gesto cargado de simbolismo: el sonido grave del campanón central anuncia al mundo el fallecimiento del Pontífice. Pero esta vez, el silencio se impuso.
La campana no sonó.
Al subir a verificar, descubrieron que la cadena que acciona el mecanismo se había roto. Fue necesario el esfuerzo conjunto de cinco hombres para hacerlo sonar manualmente, golpeando a martillo, como dictan la tradición y la urgencia de un mensaje que debe llegar al corazón del mundo: el Papa ha muerto. La Sede está vacante.
Reparar la cadena se ha convertido en una carrera contra el tiempo. El campanón volverá a sonar cuando el cuerpo de Jorge Mario Bergoglio sea trasladado desde la capilla de la Casa Santa Marta —su residencia y lugar de su muerte— hasta la Basílica de San Pedro, donde los fieles podrán rendirle el último homenaje.
Será la primera congregación general del Colegio Cardenalicio, presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, la que decidirá la fecha del traslado. Según el director de la Sala de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, podría tener lugar el miércoles 23 de abril. “La traslación del cuerpo del Santo Padre para el homenaje de los fieles se realizará conforme a lo que se establezca y se comunicará este martes 22”, indicó.
Y cuando llegue el día del funeral, una vez más, el campanón de San Pedro hablará con voz profunda. Dirá al mundo que el Pastor ha sido llamado a la Casa del Padre.
Fuente: Basado en información publicada por Il Fatto Quotidiano, 21 de abril de 2025.