Por Rubicela Muñiz

La vida de Jorge Mario Bergoglio como arzobispo de Buenos Aires no fue muy diferente a su vida en Roma, al menos no en la forma y estilo, según el testimonio de Oscar Castillo, amigo de quien después llegó a convertirse en el obispo de Roma, en el Papa Francisco.

Oscar es uno de los cuatro fundadores de Renova Mas, la Red Global de Laicos Misioneros que fue creada a petición de Bergoglio para optimizar y ayudar con distintas herramientas a las parroquias, no solo argentinas sino de todo el mundo.

– Oscar, ¿dónde y por qué conociste al Papa Francisco?

Yo conocí al Papa en el 2004 porque estaba trabajando con jóvenes a través de eventos de música y evangelización. Lo conocí en el arzobispado de Buenos Aires. Yo empecé a hacer muchos eventos grandes en lugares emblemáticos como el Obelisco, y una de las primeras personas que vino a participar en esos eventos fue él como arzobispo de Buenos Aires. De ahí la relación siguió y trabajamos mucho juntos.

En el año 2011 fue cuando empezamos a hablar sobre una estrategia de ayuda a las parroquias para poder crecer y dar mayor respuesta a los laicos. Empezamos a trabajar en ese proyecto con otro de los fundadores, Diego Solano, y el proyecto después fue revisado por sacerdotes y por obispos. Lo que no imaginábamos es que cuando él fue nombrado Papa, íbamos a tener la posibilidad de seguir en comunicación. Yo fui a verlo a menos de 20 días de que asumiera el cargo. Me puse a su disposición. Y ya en el año 2017 tuvimos una reunión con él para presentarle todo este proyecto con el que veníamos trabajando.

– ¿El proyecto solo estaba pensado para Argentina?

Este proyecto no le teníamos pensado a nivel nacional, solo lo pensamos para una parte de Buenos Aires. En el Vaticano él nos escuchó y nos dijo: “Quiero pedirles un favor: Yo quiero que este proyecto no solo quede en Buenos Aires, sino que lo lleven a España, que trabajen con los hispanos en Estados Unidos, que trabajen en Guadalajara y en otros países”.

Mi sorpresa fue mucha porque no tenía ni idea cómo trabajar fuera de Argentina. Ya me parecía un desafío trabajar en Argentina y no me imaginaba a nivel global. Y también nombró Bélgica, Alemania, Holanda, Suecia.

Y a partir del 2017 empezó el trabajo en conjunto. Nosotros fuimos todos los años siguientes a hablar con él. En el 2023 nos recibió tres veces. Nos pedía un informe mensual. Teníamos una comunicación muy directa.

– ¿Conocía a tú familia?

Sí, de hecho, bendijo la panza de mi esposa cuando esperábamos a mi hijo más chico. Cuando mi hijo mayor tuvo una operación, Francisco estuvo al pendiente. Hubo un camino pastoral muy fuerte donde hubo una propuesta e iba creciendo entre nosotros esta situación de amistad que trascendía el proyecto pastoral. Y para ser sincero, era por su forma de ser… facilitaba mucho que uno entablara relaciones de amistad.

Mi familia estuvo en Roma en noviembre del 2023 y lo primero que preguntó Francisco fue: “¿Cuál de estos fue el que se operó?”.

– ¿Esa fue la última vez que lo viste?

No, lo vi el año pasado para hablar del proyecto de Renova Mas en Washington. Quería que pudiéramos venir a ayudar a la Iglesia hispana en esta zona de Washington, donde estoy ahora con mi familia.

– ¿Con qué enseñanza te quedas del Papa Francisco?

Son muchas. Toda la semana, después del 21 de abril, me costó mucho sentir que se nos fue un Papa. A mí las anécdotas que se me quedan son las que tienen que ver con la cercanía con mi familia. Siento que, si él nunca hubiera sido Papa, lo hubiera sentido de la misma forma y con la misma tristeza.

Con el correr del tiempo me fui dando cuenta de la importancia de su magisterio para nuestra Iglesia. Me gusta pensar que él cierra un ciclo. Juan Pablo II abrió un ciclo en que, como Iglesia, nos enseñó a soñar; fue un Papa filósofo que nos mostró que lo que había en nuestro corazón podía ser posible. Después vino Benedicto XVI, no fue filósofo, fue teológico y para mi él dijo: “Todo lo que aprendieron con Juan Palo II a soñar, yo les voy a enseñar cómo hacerlo real”. Y para mi Francisco viene a cerrar el ciclo siendo más pastor al decirnos: “Sueñen como Juan Pablo, háganlo práctico como Benedicto y yo los acompaño”.

Creo que, si uno quiere hacer un paralelo bíblico, el papado de Francisco fue el camino de Emaús, estos dos apóstoles que caminaban y no entendían lo que había pasado y Jesús se les aparece y los acompaña en el camino. Todo lo que se le ha vitoreado tiene que ver con un pastoreo y un acompañamiento, y todo lo que se le ha criticado también tiene que ver con eso.

Él nos enseñó que la Iglesia es de todos y para todos y eso lo hace alguien que quiere acompañar. Que primero miraba a la persona y luego todo lo que viene por detrás.

En las reuniones privadas nos decía: “Ustedes metan a todos dentro de la iglesia y, una vez que estemos todos adentro, nos acomodamos”. Y creo que esta cercanía, este tiempo, lo necesitábamos.

– ¿Todo lo que lo vimos hacer a lo largo de estos 12 años te sorprendió o era el que ya conocías?

No, él siempre fue de esa forma. Por ejemplo, en Argentina, en el año en que se aprobó la ley del aborto, la Plaza de Mayo estaba llena y separada por vallas de quienes apoyaban la ley y los que no. Y al otro día tuve una reunión con él y hablamos de esta situación y le pregunté que qué le parecía todo este revuelo y me dijo: “Yo estuve caminando en medio de pañuelos verdes y pañuelos celestes y, cuando estuve en la parte celeste, me encontré con gente conocida y les pedí ayuda para que al otro día me ayudaran a llevar una serie de alimentos y ropa a la Villa 31, y todos me decían que sí, pero en la mañana cuando salí no había ninguno”.

Y yo lo miré tratando de entender. Yo creo que su visión tenía que ver más con una practicidad simple que con una revolución. Si uno quiere levantar la bandera de Jesucristo, es más fuerte si uno es capaz, en el anonimato, de poder ir a ayudar a alguien que lo necesita que estar frente a los medios de comunicación. Y esa mirada de lo simplista y de lo práctico lo llevó a Roma también.

– ¿Cómo esperan trabajar con el nuevo Papa?

Vamos a poner nuestro trabajo a disposición, así como trabajamos con Francisco. La figura del Papa es una bendición, nuestra oración está orientada a que el Papa tenga la claridad de seguir la voz del Espíritu Santo.

Ojalá que el nuevo Papa quiera seguir trabajando mucho con nosotros. Nosotros tenemos aval pontificio y respondemos a lo que Roma nos pida. La primera reunión con el nuevo Papa será para ponernos a su disposición.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 11 de mayo de 2025 No. 1557

 


 

Por favor, síguenos y comparte: