Por Jaime Septién

Michoacán tiene –entre muchos hombres ilustres– a dos que a mí me fascinan: el historiador don Luis González y González, y el finísimo prosista, editor y cronista Alfredo Maillefert. Dos hombres que hicieron del terruño una circunstancia universal, tanto como en la poesía lo hicieron don Francisco González León o el gran poeta católico Ramón López Velarde.

De don Luis González destacó Pueblo en vilo, la “historia universal de San José de Gracia”. Impulsor de la microhistoria, puso en boga un término mediante el cual se echa abajo toda noción de centralismo: la “historia matria”. ¿Por qué pensar que solamente las batallas y los “héroes” de cartón-piedra que alimentan las ideologías políticas son las luchas y los seres humanos importantes? Si la patria menciona la tierra de los padres, la matria lo hace con nuestra madre nutricia, con la tierra que nos hizo saber del mundo. El maestro González nació y vivió muchos años en San José de Gracia…

Por su parte, Maillefert, quien escribió muy poco, tiene un libro publicado por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en solo dos ediciones (1949 y 1963): Ancla en el tiempo. En el prólogo dijo que no quería “hacer literatura” puesto que deseaba que sus palabras fueran “sencillas, y tan diáfanas”, que las figuras se vieran y se estimaran “como fueron o, en todo caso, como han sido en mi memoria y en mi corazón.” ¿Quiénes eran esas “figuras” michoacanas? ¿Morelos, Iturbide, Tata Lázaro? No. Eran su abuelo materno, don Ángel, don Rafael, Próspero, Pachita Manríquez, el maestro León, don Venturita, el padre Buitrón, un arriero, un pintor, el doctor Arreguín… Vidas minúsculas hechas mayúsculas por la pluma de la nostalgia. Vidas entrañables que destacan el valor infinito de cada ser humano.

León Felipe enseñó que “toda la vida” del pueblo de la Alcarria donde había caído, pasaba por su ventana, y que también la muerte pasaba. Y otro español, Azorín, nos recordó que “D. Manuel, D. Pedro, D. Leandro… cada uno lleva su marcha y es un pedazo de historia patria”. El maestro González y González y Alfredo Maillefert lo subrayan reivindicando lo pequeño. Porque “lo pequeño es hermoso”.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 17 de agosto de 2025 No. 1571

 


 

Por favor, síguenos y comparte: