Por Jaime Septién

Para nadie es un secreto que estamos metidos en el tiempo en el que la verdad —la coherencia entre lo que se dice y lo que es— está desamparada. Muchos la llaman “la era de la postverdad”: cada uno tiene la suya y el que tiene más saliva traga más pinole…

Lastimar la verdad es el principio de favorecer la no-convivencia. Nada puede ser más antisocial que la mentira por interés personal, grupal, de negocios. La arbitrariedad con la que hoy se persigue a inocentes, culpándolos de hechos que nunca cometieron y se solapa a quienes sí los cometieron, es muestra de este deterioro infinito de la verdad en todas sus dimensiones.

Y lo que es más pernicioso: cómo se cuelan las mentiras, las fake news en las redes sociales; cómo forjan “opinión” sobre asuntos que impactan no solamente la economía o la política, sino la vida social, familiar, incluso la conciencia personal. Cada día estamos expuestos a la duda. Y de tanto dudar, acabamos por no creer en nada o por creer en todo.

Lev Tolstói, el célebre escritor ruso, adivinó a fines del siglo XIX la tendencia que se vive ahora, en pleno siglo XXI: la distorsión. No es que haya ideado un “método” para desentrañar fake news, sin embargo, dejó escrito el siguiente aforismo: “El indicio más fidedigno de las verdades la simplicidad y la claridad”. A continuación, señaló el principio de la mentira (que es el principio del diablo, su “príncipe”): “La mentira es siempre compleja, rebuscada, grandilocuente”.

La distinción de Tolstói (él escribía su apellido Tolstoy) puede servir para detectar cuando alguien nos quiere embaucar. ¿Han visto —por ejemplo— a algún político de los nuevos que, para anunciar un programa, diga exactamente lo que es ese programa y no se vaya por las ramas indicando que antes todo era malo, pervertido, insensato, contrario “a los intereses del pueblo”? Lo hacen con desparpajo. Y con un montón de palabras rebuscadas.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 27 de julio de 2025 No. 1568

 


 

Por favor, síguenos y comparte: