El Observador |

La trata de seres humanos, “moderna forma de esclavitud”, es “un crimen contra la humanidad”. Es lo que ha dicho el Papa Francisco en días pasados, al sostener un encuentro con las participantes en la asamblea de RENATE (Religious in Europe Networking Against Trafficking and Exploitation), asociación de religiosas comprometidas particularmente en la lucha contra la prostitución.

Francisco hizo énfasis sobre la necesidad de sensibilizar cada vez más a la sociedad sobre este problema, sobre todo debido a una “cierta indiferencia e incluso complicidad, una tendencia de parte de muchos a voltearse a otra parte mientras potentes intereses económicos y redes van adelante con sus actividades”.

La II Asamblea de RENATE, que se celebra en Roma del 6 al de 12 de noviembre, ha tenido como tema: “Acabar con el tráfico comienza con nosotros”. “El tráfico de seres humanos —dice una nota informativa en el sitio web de la red— existe en toda Europa. Se da mediante diferentes formas, incluido el trabajo forzado, los matrimonios forzados, la mendicidad forzada y la explotación para actividades criminales. La más conocida forma de tráfico tiene como fin la explotación sexual”.

Trata de personas: dolorosa herida abierta

El Papa Francisco denunció que “una de las más dolorosas de estas heridas abiertas es la trata de seres humanos, una moderna forma de esclavitud, que viola la dignidad, don de Dios, en tantos hermanos y hermanas nuestros y que constituye un verdadero crimen contra la humanidad. Mientras mucho se ha hecho para conocer la gravedad y la extensión del fenómeno, mucho más queda por hacer para que se eleve el nivel de conciencia en la opinión pública y para establecer una mejor coordinación de esfuerzos por parte de los gobiernos, de las autoridades judiciales, legislativas y de los agentes sociales.

El Santo Padre pidió no perder de vista que “uno de los desafíos a este trabajo de sensibilización, de educación y de coordinación es una cierta indiferencia e incluso complicidad, una tendencia por parte de muchos de voltearse hacia otra parte; mientras poderosos intereses económicos y redes criminales van adelante con sus actividades”.

Francisco expresó su aprecio por el decidido compromiso de la Red en la recuperación y en la rehabilitación de las víctimas. “Su actividad en este ámbito nos recuerda los enormes y, con frecuencia, silenciosos esfuerzos que han hecho durante muchos años las congregaciones religiosas, especialmente femeninas, atendiendo a quienes han sido heridos en su dignidad y marcados por sus experiencias. De modo especial pienso en la contribución específica ofrecida por las mujeres para acompañar a otras mujeres y niños en un itinerario profundo y personal de curación y de reintegración”.

El Papa confió en que la II Asamblea de RENATE, gracias al compartir de las experiencias, conocimientos y competencias, contribuirá en estos días “a un más eficaz testimonio del Evangelio en una de las grandes ‘periferias’ de nuestra sociedad contemporánea”.

Religiosas contra la trata de personas

RENATE es una red europea de religiosas y religiosos dedicada a trabajar contra el tráfico, la trata y la explotación de personas. agrupa a personas pertenecientes a diversas congregaciones religiosas, sociedades misioneras y laicos que trabajan en este tema. Los miembros trabajan, junto a muchas otras organizaciones alrededor del mundo, para erradicar la esclavitud moderna. En la actualidad, RENATE está presente en 18 países europeos.

Los objetivos que persigue esta red son desarrollar actividades de sensibilización contra la trata de seres humanos; la creación de redes de trabajo que permitan el intercambio de recursos y conocimientos en la lucha contra la trata; e implementar acciones contra este fenómeno en aumento tanto en los países de origen como en los de destino.

La asociación recuerda que el tráfico de personas afecta a alrededor de 12 millones de personas en Europa, el 70 % de las cuales son mujeres, muchas de ellas menores de 18 años. La explotación sexual y los trabajos forzados son las formas más comunes de explotación sexual en Europa.

Por favor, síguenos y comparte: