La Santa Sede presentó este 27 de noviembre la  “misión sanitaria para los niños sirios refugiados en Libano” promovido por el Pontificio Consejo Cor Unum, por el hospital pediátrico Bambin Gesú y por Caritas Libano.

“Ayudar a la población siria, más allá de las diferencias étnicas o religiosas, es la manera más directa para contribuir a la pacificación y a la edificación de una sociedad abierta a todos los diversos componentes”. Estas son las palabras del Papa Francisco, gracias a las cuales nació la idea del proyecto “para que tragedias como las de Siria no vuelvan a suceder”, indicó el cardenal Robert Sarah, presidente del Pontificio Consejo Cor Unum.

“Pensamos que el regalo más bonito que podemos hacer para ayudar a los niños que sufren a causa de la guerra siria es devolverles la sonrisa y que puedan vivir, acompañándoles para que crezcan no solo material sino también espiritual y humanamente”, dijo el cardenal Sarah recordando la proximidad de las fiestas de la Navidad.

Actualmente, según los datos de la ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) existen más de 2 millones de sirios refugiados en los países de Oriente Medio y de la zona del Mediterráneo, de los cuales más de 700 mil se encuentran en Líbano, 515 mil en Jordania y 460 mil en Turquía. De todos ellos, el 52% está compuesto por niños y adolescentes menores de 17 años.

Para controlar la actividad de cooperación que se está llevando a cabo y las ayudas distribuidas, nació el pasado junio en Beirut una oficina de información y comunicación que permite agregar todos los organismos católicos de caridad en un área de gran significado histórico y espiritual para el cristianismo.

“Se trata de una estructura -ha explicado el cardenal- fruto de la colaboración de los organismos de caridad, que en nombre de la misión de la Iglesia universal han decidido compartir sus propias habilidades y su particular trabajo de testimonio”. Asimismo ha observado que “este es el lenguaje que la Iglesia, toda unida, quiere y debe hablar… con todos los que sufren necesidades y pobreza, no solo material sino también espiritual”.

La “Misión” comenzará a principios de diciembre y tendrá una duración inicial de tres meses. Durante este tiempo y con los fondos asignados se podrá ayudar a unos tres o cuatro mil niños con las medicinas necesarias.

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