«¡El Señor llama también hoy! Pasa por los caminos de nuestra vida cotidiana; nos llama a ir con Él, a trabajar con Él por el Reino de Dios, en las “Galileas” de nuestros tiempos», dijo el Papa Francisco, antes de iniciar el rezo del Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro.
El Papa reflexionó sobre el Evangelio de este domingo, donde se narra el inicio de la vida pública de Jesús en las ciudades y aldeas de Galilea, cuya misión parte de una zona periférica, despreciada por los judíos más observantes, por lo que el profeta Isaías la indica como “Galilea de los gentiles”.
Después de resaltar la importancia de la Galilea en tiempos de Jesús, el Santo Padre señaló que Galilea se parece al mundo de hoy en el que coexisten diversas culturas, necesidad de comparación y de encuentro. Por esta razón afirmó que «también nosotros estamos inmersos cada día en una ‘Galilea de los gentiles’, y en este tipo de contexto podemos asustarnos y ceder a la tentación de construir cercos para estar más seguros, más protegidos».
«Pero Jesús – afirmó el Papa Bergoglio – nos enseña que la Buena Noticia no está reservada a una parte de la humanidad, sino que hay que comunicarla a todos. Es un buen anuncio destinado a cuantos lo esperan, pero también a quienes, tal vez, no esperan más, y no tienen ni siquiera la fuerza de buscar y de pedir».
El Santo Padre se refirió tambipen a que en esta región Jesús comienza su misión y llama a sus primeros discípulos, que nos son «escribas y doctores de la Ley» sino personas humildes y sencillas, pescadores. «Dejan las redes y van con Él: su vida se convertirá en una aventura extraordinaria y fascinante».
En este sentido, expresó: «si alguno de ustedes oye que el Señor le dice: “sígueme”, sea valiente, vaya con Él; Él no decepciona jamás. ¡Dejemos alcanzarnos por su mirada, por su voz, y sigámoslo! “Para que la alegría del Evangelio llegue hasta a los confines de la tierra y ninguna periferia se prive de su luz”»
