Este día el Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, compuesto por 18 expertos, ha hecho público su informe de conclusiones y recomendaciones sobre El Vaticano, días después de una comparecencia centrada en los casos de pederastia acontecidos en el seno de la Iglesia. La ONU señala que la Iglesia católica «no ha hecho lo suficiente por erradicar esta práctica».
La petición más directa que ha hecho el Comité de la ONU es que El Vaticano «expulse de inmediato» a todos los clérigos implicados en casos de pederastia, esto es, a aquellos que tanto su culpa esté probada como aquellos que sólo sean sospechosos de haber cometido abusos contra menores.
Otra de las recomendaciones al Vaticano es la de asegurar «una distribución transparente de todos los archivos que se pueden utilizar para responsabilizar a la abusadores, así como todos aquellos que ocultan sus crímenes y delincuentes colocados deliberadamente en contacto con los niños».
Naciones Unidas se muestra a su vez «gravemente preocupada» tras confirmar que El Vaticano tenía conocimiento «de los crímenes cometidos, y muy extendidos» a pequeños de todo el mundo; y asegura que la adopción de ciertas políticas en el seno de la Iglesia permitieron a los sacerdotes violar y molestar a decenas de miles de niños.
El comité de la ONU destaca «su profunda inquietud por los abusos sexuales cometidos contra niños por miembros de las iglesias católicas (sic) que operan bajo la autoridad de la Santa Sede», y recordó que estos crímenes cometidos por religiosos conciernen a «decenas de miles de niños de todo el mundo».
«El Comité está muy preocupado de que la Santa Sede no haya reconocido la amplitud de los crímenes cometidos, no haya tomado las medidas apropiadas para afrontar los casos de pedofilia y para proteger a los niños y haya adoptado políticas y prácticas que han propiciado la continuación de los abusos y la impunidad de los autores», señala el documento.
Una de las críticas que presenta el texto es sobre la política de remover de parroquia a los sacerdotes pedófilos, una práctica que considera como un intento de encubrir los crímenes y evitar que sean juzgados por las autoridades civiles: «La práctica de la movilidad de los criminales, que ha permitido a muchos sacerdotes permanecer en contacto con niños y seguir abusando de ellos, continúa exponiendo a niños de numerosos países a un alto riesgo de sufrir abusos sexuales».