Por Juan Gaitán |

El Vía Crucis es una oración que la Iglesia recomienda especialmente para la Cuaresma, pero no siempre es fácil contemplar las dolorosas escenas de la Pasión de Jesús. Esta oración nos debe despertar: profundo agradecimiento a Dios, entrega solidaria con quienes sufren y esperanza en la Resurrección. A continuación se propone un esquema de Vía Crucis, con el deseo de que el Espíritu actúe en nuestros corazones.

Primera estación. Los migrantes son condenados a muerte. Oración: Perdónanos, Señor, por la manera como tratamos a los migrantes en nuestros países, por formar parte, aunque pasivamente, de las estructuras de abuso.

Segunda estación. Se imponen duras cargas de trabajo a niños marginados. Oración: Perdónanos, Señor, por permitir que haya niños explotados, trabajando en las calles bajo condiciones inhumanas.

Tercera estación. Jesús cae por primera vez. Somos esclavos del dinero. Oración: Perdónanos, Señor, por querer servir a dos amos. Perdónanos por hacer de las ganancias económicas una prioridad de vida, olvidándonos del prójimo y de tus verdaderos deseos.

Cuarta estación. Padres y madres ancianos son abandonados en asilos de malas condiciones. Oración: Perdónanos, Señor, por abandonar a nuestros ancianos, quienes son fuente de sabiduría para nuestros pueblos.

Quinta estación. Cristianos y no cristianos se unen en la construcción de la paz. Oración: Señor, te pedimos que entre las diferentes religiones del mundo sepamos seguir construyendo la paz, que los movimientos interreligiosos y ecuménicos logren cada vez más la unidad y la concordia.

Sexta estación. La Iglesia se solidariza con los más pobres. Oración: Te damos gracias, Señor, por los sectores de la Iglesia que se dedican al cuidado de los más pobres. Te pedimos que siempre mantengas nuestra mirada puesta en ellos.

Séptima estación. Jesús cae por segunda vez. Se agudiza la desigualdad social entre cristianos ricos y cristianos pobres. Oración: Perdónanos, Señor, por no ser una Iglesia que “pone todo en común”, perdónanos por permitir la pobreza extrema.

Octava estación. Mujeres víctimas de las redes de prostitución son consoladas por Jesús. Oración: Perdona, Señor, que no tomemos valientes determinaciones para solucionar los problemas sociales de nuestras ciudades. Enséñanos a estar cerca de quienes sufren, como lo hiciste tú.

Novena estación. Jesús cae por tercera vez. En pleno siglo XXI los países hacen la guerra. Oración: Perdónanos, Señor, por poner intereses económicos y políticos por encima de la dignidad humana. Danos fuerza para revertir estas situaciones.

Décima estación. Los indígenas son despojados de sus derechos. Oración: Perdona, Señor, que los derechos humanos de los indígenas sean violados. Perdona que permitamos que se abuse de su condición de hombres sencillos.

Undécima estación. Los campesinos son clavados en la marginación. Oración: Perdónanos, Señor, por explotar a los trabajadores del campo, perdona que compremos sus productos a precios injustos y que nos enriquezcamos con el sudor de su frente, porque todos somos corresponsables.

Duodécima estación. Mueren personas tóxico-dependientes, prostitutas, víctimas de la trata de blancas. Oración: Perdónanos, Señor, nuestra indiferencia ante las estructuras de pecado que llevan a la muerte a inocentes que se ven obligados a vivir experiencias inhumanas.

Decimotercera estación. Cuerpos mutilados por secuestradores son devueltos a sus familias. Oración: Perdónanos, Señor, por no hacer lo suficiente para detener el crimen. Perdónanos por no convertir a las personas que secuestran y asesinan mostrándoles el camino del amor.

Decimocuarta estación. Niños no nacidos tienen por tumba el vientre de sus madres. Oración: Perdónanos, Señor, por no educar en el amor, por no hacernos responsables de los seres humanos más indefensos.

Decimoquinta estación. ¡Jesús resucita de entre los muertos! Oración: Señor Jesús, gracias por tu entrega, por tu donación, gracias por despertarnos la esperanza de la Resurrección. Danos un corazón grande para compartir esta esperanza con quienes más lo necesitan. Amén.

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