El Observador |

La Arquidiócesis de Acapulco, a solicitud de algunas organizaciones sociales, «ha aceptado participar en procesos de diálogo con las autoridades para buscar caminos de solución a problemas que requieren del diálogo para llegar a acuerdos que beneficien a las comunidades en las que están asentadas las organizaciones sociales», señaló en un comunicado monseñor Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Acapulco

El obispo puntualizó que las organizaciones con las cuales están haciendo una labor de mediación son el Consejo de ejidos y comunidades opositoras a la Parota (Cecop), la Unión de pueblos y organizaciones del estado de Guerrero (Upoeg) y un grupo la Coordinadora regional de autoridades comunitarias – Policía comunitaria (Crac).

Monseñor Garfias aseveró que la intervención de la Arquidiócesis en estos casos, se ha definido en dos aspectos muy precisos: «El primero se relaciona con la construcción de condiciones para el diálogo entre estas organizaciones y las autoridades, facilitando y atestiguando los diálogos para que lleguen a acuerdos y a la solución de demandas. Y el segundo, tiene que ver con la propuesta que hemos hecho a las organizaciones de conducirse por la vía de la legalidad y por la solución pacífica de los conflictos».

«No intervenimos en la vida interna de las organizaciones, que son responsables de sus propias decisiones y acciones. Compartimos, ciertamente, los anhelos de justicia y de paz que estas organizaciones tienen pero no nos responsabilizamos de sus estrategias, mucho menos si se desarrollaran al margen de la ley», se lee en el comunicado.

Don Carlos dejó en claro que el único fin de la Arquidiócesis de Acapulco al participar en este tipo de mediciones es «construir la paz»; y alientó a todos, comunidades y organizaciones, «a mantenerse siempre en la ruta de la legalidad y a la resolución pacífica de los conflictos a través del diálogo».

 

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