COLUMNA FE Y RAZÓN | Por Luis-Fernando Valdés |

El Papa pide soluciones para los cristianos divorciados. El Card. Kasper propone admitirlos y recientemente cinco cardenales “conservadores” publicaron un libro negando toda posibilidad. ¿Se trata de una rebeldía hacia el Pontífice?

En días pasados, “El Comercio” (Perú) tituló así la noticia: “Cinco cardenales conservadores se le rebelan al papa Francisco” (17.IX.2014). Y “El País” (Uruguay) la presentó así: “Cardenales conservadores en contra de la apertura del papa Francisco” (18.IX.2014). ¿De qué “rebelión” se habla?

1) El contexto es el próximo sínodo extraordinario sobre la familia, en el que se reunirán cardenales y obispos de todo el mundo para discutir sobre los temas más controvertidos que suceden en torno al matrimonio y la familia hoy día.

Como ya hemos informado en esta columna, el sínodo plantea todos los temas, pero en la opinión pública sólo está gravitando el tema de admitir a la Comunión sacramental a los divorciados vueltos a casar. Y este reduccionismo ha sido tomado como bandera, en algunos medios, para presionar a la Iglesia para que admita el divorcio.

2) El inicio de la polémica se remonta al pasado Consistorio de cardenales del pasado mes de febrero. Frente al Papa y a todos los cardenales, Mons. Kasper manejó una hipótesis sobre la posibilidad de volver a admitir a los divorciados que se han vuelto a casar a la comunión, pero viendo caso por caso, en determinadas circunstancias y tras un recorrido penitencial. Al día siguiente, Francisco lo elogió, diciendo que consideraba que el Card. Kasper hacía “teología de rodillas” y que en su discurso había encontrado “el amor de la Iglesia”.

Pero el Card. Walter Kasper no pretendía cambiar la doctrina sobre el matrimonio católico. Recientemente declaró a Andrea Tornielli: “La doctrina de la indisolubilidad del matrimonio sacramental se basa en el mensaje de Jesús; la Iglesia no tiene el poder para cambiarla. Este punto no cambia. Un segundo matrimonio sacramental, mientras la pareja siga con vida, no es posible.” En cambio, admite que su propuesta “no es una solución definitiva”.

3) Como reacción a la propuesta del purpurado alemán, sobre todo por la confusión creada ante la opinión pública, el Card. Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Doctrina de la Fe, publicó en julio el libro “La esperanza de la familia”, en el que no admite ninguna apertura en relación con la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar.

Y en días pasados apareció otro libro que sostiene la misma tesis, titulado “Permanecer en la verdad de Cristo”, firmado por Mons. Müller y cuatro purpurados: Carlo Caffarra, arzobispo de Boloña, Raymond Leo Burke, Prefecto de la Signatura Apostólica, y los eméritos Walter Brandmüller y Velasio De Paolis.

Conclusión. El problema teológico real es la recepción de la Eucaristía por parte de los fieles divorciados y vueltos a casar; en cambio, no lo es el tema de aceptar las segundas nupcias. Tampoco se puede hablar de rebeldía hacia el Santo Padre por parte de algunos cardenales, porque no están desacatando ninguna indicación pontificia.

La cuestión clave es que los asuntos tan complicados como éste se estén dirimiendo en la arena pública, porque a los fieles nos llegan esas noticias sin matices, con cierto tono de escándalo y con titulares que siempre manejan la falsa clasificación de “conservadores” y “liberales”. No hay una ruptura doctrinal en el seno de la Iglesia, sino un fenómeno de opinión pública que produce una confusión de mensajes.

[Fuentes: Andrea Tornielli, “El manifiesto de los cardenales y la respuesta de Kasper” (17.IX.2014); Andrea Tornielli, “Tras las “guerras preventivas”, el Sínodo sobre la familia tiene la palabra” (16.IX.2014); Sandro Magister, “Para el próximo sínodo están abiertas las apuestas” (19.IX.2014)]

 

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