Concluyó en Roma el Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que reunió a más de un centenar de dirigentes sociales, convocados por el Pontificio Consejo Justicia y Paz junto con la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Al término del encuentro se hizo pública una Declaración.

Durante el Encuentro se debatió sobre tres ejes: tierra, trabajo y vivienda, que para los movimientos sociales son los grandes problemas y desafíos que enfrenta la familia humana, especialmente exclusión, desigualdad, violencia y crisis ambiental.  Sobre estos ejes temáticos el Papa Francisco centró su mensaje a los participantes de este Encuentro, y subrayó que hablar de tierra, techo y trabajo no es comunismo «son derechos sagrados. Reclamar esto no es nada raro, es la doctrina social de la Iglesia».

En la Declaración  se destaca que el encuentro «no estuvo exento de tensiones que pudimos asumir colectivamente como hermanos» y que en las reuniones se ha procurado poner en práctica la «Cultura del Encuentro» y que se «analizaron las causas estructurales de la desigualdad y la exclusión, desde su raigambre sistémica global hasta sus expresiones locales».

En las conferencias se enfatizó en que «la raíz de los males sociales y ambientales» está «en la naturaleza inequitativa y depredatoria del sistema capitalista que pone el lucro por encima del ser humano».

«Durante el trabajo en talleres se concluyó que el acceso pleno, estable, seguro e integral a la tierra, el trabajo y la vivienda constituyen derechos humanos inalienables, inherentes a las personas y su dignidad, que deben ser garantizados y respetados. La vivienda y el barrio como un espacio inviolable por Estados y corporaciones, la tierra como un bien común que debe ser compartido entre todos los que la trabajan evitando su acaparamiento y el trabajo digno como eje estructurador de un proyecto de vida fueron algunos de los reclamos compartidos».

En la parte final se decidió que la «Carta de los excluidos a los excluidos» será socializada «con las bases de los sectores y movimientos populares» y que se distribuirá «masivamente junto al Discurso del Papa Francisco y las memorias; y la propuesta de crear un Espacio de Interlocución permanente entre los movimientos populares y la Iglesia».

Así también pidieron a «todos los trabajadores y trabajadoras de prensa que nos ayuden a difundir la versión completa del discurso del Papa Francisco que, repetimos, sintetiza gran parte de nuestra experiencia, pensamiento y anhelos».

 

 

Por favor, síguenos y comparte: