El deseo del Papa para este Sínodo es el que “la Iglesia haga un esfuerzo de creatividad para manifestar más claramente el rostro misericordioso de Jesús”, así lo aseguró Rodrigo Guerra, filósofo mexicano y auditor de esta Asamblea extraordinaria del Sínodo de los Obispos.
Además, el también director del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV), destacó la necesidad de renovar el lenguaje para hablar de las exigencias de la ley natural, los desafíos de la pastoral familiar en Latinoamérica y el clima de este evento eclesial.
“El clima al interior del Sínodo me parece que es fundamentalmente fraterno, es decir, a diferencia de la polarización de algunos medios de comunicación que se ha presentado previo al Sínodo, creo que en general, los Obispos se encuentran buscando justamente consensos que permitan no renovar la comprensión de la doctrina, sino renovar las estrategias pastorales para responder de una manera más misericordiosa y oportuna a los desafíos de las familias a principios del siglo XXI”.
Por último, Rodrigo Guerra sintetiza la primera relación antes de la discusión pronunciada por el Cardenal Peter Erdo. “La continuidad doctrinal significa profundización y renovación pastoral. Por lo tanto, basta repetir la doctrina de siempre ni tampoco tratar de innovar por innovar, sino que es necesario profundizar para lograr creatividad y tener creatividad en fidelidad al depósito de la fe”.