Por Juan Gaitán |

Un tema que despierta bastante controversia y que muchas veces es mal entendido es el de la propuesta moral cristiana. Por esta razón, comparto esta semana 10 pensamientos que se encuentran en la base de la reflexión moral de la Iglesia.

El cristianismo es mucho más que una moral: Algunas personas quieren reducir el Evangelio a una serie de normas para «ganar el cielo». Ésta es una visión reduccionista. El Evangelio es muchísimo más que eso, es Dios que busca encontrarse con el hombre.

Ética de máximos: La convivencia en el mundo actual se quiere organizar bajo una Ética de mínimos, es decir, las personas se preguntan ¿qué es lo mínimo que debo cumplir para que todos vivamos en paz? Cada quien aporta lo mínimo (no mato, no robo, respeto el reglamento de tránsito, etc.). En cambio, la Moral cristiana es una Ética de máximos, se pregunta, ¿con qué tipo de acciones me puedo entregar más a los demás? La respuesta a esta pregunta (que es un máximo) debería ser el mínimo que como cristianos deberíamos dar.

Jesucristo pide total donación: El Nuevo Testamento nos presenta a un Jesús que prefiere pedir lo máximo y ser rechazado, que tener muchos seguidores que se entreguen a medias.

La motivación es el amor: La motivación de la moral cristiana es el amor a Dios, el deseo del encuentro con el otro, el bienestar de mi prójimo, dar testimonio del Evangelio. Si la motivación es simplemente «hacer lo que pide la Iglesia», entonces no habrá un actuar moral sólido.

Las propuestas morales jamás deben despertar miedo: La moral de la Iglesia, por ser cristiana, debe ser buena noticia, anuncio alegre. No es propio del cristianismo el infundir miedo. Si una propuesta moral de la Iglesia causa más temor que esperanza, está siendo mal expresada.

Perspectiva de fe y esperanza: Las propuestas morales del cristianismo se pueden alcanzar por el uso de la razón. Entonces, ¿qué le añade la fe a la moral? Le añade la perspectiva de esperanza en Dios, de que la vida tiene un sentido pleno a pesar de las dificultades.

La moral sexual es apenas una parte de la moral: Cuando se habla de moral en la Iglesia algunas personas piensan inmediatamente en «pecados sexuales» (los cuales ni siquiera juegan un papel central en la predicación de Jesucristo). Es necesario aclarar que la moral sexual es apenas una parte de la Moral cristiana, que no deben olvidarse otros temas importantes (moral de la familia, de la sociedad, de la vida, etc.)

Primero enamorar del amor: Para transmitir la belleza de la moral, primero hay que enamorarse del amor radical. La pregunta clave para entender la moral que propone la Iglesia es: ¿de qué modo puedo donarme más a los demás? Pero esta pregunta sólo puede brotar del amor. Quien se pregunta primero por qué la Iglesia dice tal o cual cosa, y luego se pregunta por el amor, está en un error de método.

La moral cristiana se fundamenta en su propio modo de entender el mundo: Algunos católicos discuten aguerridamente con no creyentes, que tienen su propia visión del mundo, tratando de imponer la moral de la Iglesia. Antes de entrar en esta discusión, debe preceder el humilde testimonio cristiano que sepa encontrar puntos en común y apreciar lo valioso de las opiniones distintas.

Apuntar hacia el ideal: Se podría pensar, ¿por qué la Iglesia no propone cosas más sencillas que todos puedan seguir? Por ser una Ética de máximos, la moral cristiana apuntará siempre hacia el ideal, y el ideal es Cristo. No porque la Iglesia falle en su testimonio, dejará de mirar alto.

 

Lee más textos del autor de este artículo en:

www.falsoconfalso.wordpress.com

www.facebook.com/falsoconfalso

Por favor, síguenos y comparte: