Custodiar los creado no como «verdes», sino como cristianos, que respetan la obra de Dios, ya sea la primera creación, la del universo ya sea la re-creación realizada por Jesucristo que nos ha reconciliado con el Padre. Lo dijo el Papa Francisco durante la misa esta mañana en la casa S. Marta, comentando el pasaje del Génesis, que narra la creación del universo.
Dios creó el universo, pero la creación no finalizó, «Él sostiene lo que ha creado». Y en el Evangelio de hoy vemos «la otra creación de Dios», «la de Jesús, que viene a re-crear lo que fue arruinado por el pecado». Vemos a Jesús entre la gente y «cuántos lo tocaban se salvaban». Es «la re-creación» «Esta segunda re-creación» es más maravillosa de la primera; este segundo trabajo es más maravilloso». En concreto, hay «otro trabajo», el de la «perseverancia en la fe» que lo hace el Espíritu Santo, «Dios trabaja, continúa trabajando y nosotros podemos preguntarnos cómo podemos responder a esta creación de Dios, que nace del amor, porque él trabaja por amor. A la «primera creación» debemos responder con la responsabilidad que el Señor nos da: «La Tierra es vuestra, llévenla adelante; subyúguenla; háganla crecer». También para nosotros es la responsabilidad de hacer crecer la Tierra, de hacer crecer lo Creado, de cuidarlo y hacerlo crecer según sus leyes. Nosotros somos creadores de los Creado, no dueños».
Debemos por lo tanto, tener «cuidado de no posesionarnos de los Creado, sino de llevarlo adelante, fieles a sus leyes». «Esta es la primera respuesta al trabajo de Dios: trabajar para custodiar los Creada». «Cuando nosotros sentimos que la gente se reúne para pensar y hace reuniones para ver cómo custodial lo Creado, podemos decir: «pero, ¡Nosotros no somos verdes!». No, ¡no somos verdes! ¡Esto es ser cristianos! Es «nuestra respuesta a la creación» de Dios. Es nuestra responsabilidad. Un cristiano que no custodia lo Creado, que no lo hace crecer, es un cristiano al cual no le importa el trabajo de Dios, aquel trabajo nacido del amor de Dios por nosotros. Esta es la primer respuesta a la primera Creación: custodiar los Creado, hacerlo crecer».
Francisco, luego se preguntó el cómo respondemos «a la segunda creación». S. Pablo, recordó, nos dice que nos dejemos «reconciliar con Dios», «ir por el camino de la reconciliación interior, de la reconciliación comunitaria, porque la reconciliación es obra de Cristo». Y tampoco tenemos que hacer entristecer al Espíritu Santo que está en nosotros, que está dentro de nosotros y que trabaja dentro de nosotros.
Nosotros, dijo aún, «creemos en un Dios personal»: «Es persona Padre, persona Hijos y persona Espíritu Santo». «Y las Tres están involucradas en esta creación, en esta recreación, en esta perseverancia en la re-creación. Y a todas las Tres nosotros respondemos: custodiar y hacer crecer lo Creado, dejarnos reconciliar con Jesús, con Dios en Jesús, en Cristo, cada día y no hacer entristecer al Espíritu Santo, no alejarlo: es el huésped de nuestro corazón, el que nos acompaña y nos hace crecer». «Que el Señor-concluyó- nos dé la gracia de entender que Él» está obrando «y nos da la gracia de responder justamente a este trabajo de amor».