Siguiendo a Don Bosco, el compromiso de un católico ciego para los niños no videntes |
En 1999, Nguyen Quoc Phong, que perdió la vida después de un accidente, fundó el centro de acogida Thien An, que hospeda a jóvenes sin distinción de sexo, religión o clase social. Particular atención a los niños pobres o de las zonas más remotas. Objetivo formarlos y favorecer, a través de la escuela, el inserirse en la sociedad.
Ofrecer las mejores condiciones para que los niños minusválidos y en particular los no videntes, puedan frecuentar la escuela, desarrollar las propias potencialidades, aprender las bases de una profesión, integrarse en la sociedad de modo autónomo e independiente. Son estos los objetivos que han llevado a la posibilidad del nacimiento- y a la difusión en los años- del Centro de acogida Thien An en Ho Chi Minh City, metrópolis del sur de Vietnam. El centro fue fundado por el católico Nguyen Quoc Ohong: la estructura abrió sus puertas en 1999 y creció en estos años gracias al apoyo de organismos y benefactores privados, católicos y no, vietnamitas y extranjeros (de los Estados Unidos, Suiza y Francia).
Nacido en 1958, educado en la escuela D. Bosco en Da Lat, él se quedó ciego en 1991 después de un accidente. En los años, el hombre decidió dedicar la propia vida a personas en sus mismas condiciones, sin mirar a la fe profesada, pertenencia política o condición social. «Esta es mi vocación- afirma- y Dios me la confió». Hasta ahora son unas cien personas las personas que, después de haber frecuentado el Mai Am Thien An, han sabido encontrar un trabajo, integrarse en la sociedad, algunos de ellos se han casado y han creado sus propias familias.
Una experiencia de suceso en una nación en la cual los problemas físicos y psicológicos representan todavía un gran obstáculo. Hoy, en Vietnam, hay al menos 4 millones de personas con inhabilidades de varios tipos; de éstas un millón son no videntes y entre éstos 400 mil son niños. En las escuelas del país al menos el 10% de los estudiantes es ciego y la obra de los católicos del país, en estos años ha sido preciosa por su desarrollo humano y social.
En un coloquio con AsiaNews, Nguyen Quoc Phong cuenta que los objetivos del Centro- que recibe a mujeres y varones a partir de los 10 años- son el de «brindar a los niños ciegos las mejores condiciones» para desarrollar «su potencial», ellos aprenden una profesión y se integran, explica, conduciendo una vida los más posible normal. «Y es muy importante para su educación. Agrega- que aprendan el alfabeto Barile y el uso de las computadoras adaptadas a los no videntes».
Particular atención, prosigue el activista católico, es dedicada a los niños de las zonas rurales y de las zonas más pobres y remotas, que a menudo no tienen recursos ni medios para frecuentar la escuela. «Los niños huéspedes pueden ser ciegos de nacimiento- subraya- o luego a consecuencia de algún accidente». Hoy son huéspedes del Centro «30 niños ciegos», además 5 jóvenes que estudian en la universidad de Ho Chi Minh City, 8 en las superiores, 7 en las elementares y 10 en un centro vocacional.
La señora Nguyen Thi Kieu Oanh, un tiempo huésped de Mai Am Thien An es ciega de la edad de 8 años, soñaba con ser docente y supo concretizar sus propias aspiraciones, licenciándose en inglés en la Universidad de Ciencias humanísticas de la ex Saigón. En el interior la sensación que se advierte es la de ser parte, todos de un única familia, sin discriminación de sexo, raza o religión. Se aplica el método de D. Bosco, tratando de restituir a la luz a cuántos «pasaron a través de la obscuridad».
Información de AsiaNews