Embajadores, miembros de las delegaciones de las Naciones Unidas, salesianos, estudiantes y colaboradores, representantes de las organizaciones de la sociedad civil y líderes religiosos y laicos participaron la semana pasada en el pabellón 4 de la sede de Naciones Unidas en Nueva York en una fiesta en honor del carisma salesiano con motivo del Bicentenario. ‘Da mihi animas’, el canto para la efemérides del 200 cumpleaños de Don Bosco, resonó en la sala al inicio del acto.
El cardenal salesiano Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa, fue una vez más el orador principal de la jornada y desafió a los presentes a ser proféticos al afrontar los retos de nuestro tiempo, centrando su discurso sobre el derecho humano universal que deberían ser tener agua potable y el acceso a los servicios higiénicos.
A continuación, intervino el padre Juan de la Cruz Rivadeneira, también salesiano, que presentó el impacto de las industrias extractoras sobre la vida, la salud y la cultura del pueblo Shuar en Ecuador.
En esas regiones el agua es desviada de las necesidades de las poblaciones para ayudar a administrar y mantener las nuevas industrias que están devastando el medio ambiente y la salud de los Shuar.
En nombre de Sam Kutesa, presidente de la 69ª sesión de la Asamblea General, habló el embajador de Uganda Arthur Kafeero, quien agradeció a los Salesianos su dedicación, desde hace más de 25 años, a los jóvenes de Uganda, y destacó la necesidad de cooperar con organizaciones de la sociedad civil para lograr una agenda global post-2015 verdaderamente transformadora.
Labor de los salesianos
Monseñor Bernadito Auza, observador permanente de la Santa Sede ante la ONU, destacó el papel de los Salesianos como educadores, especialmente de los jóvenes marginados o excluidos, subrayando su presencia en 133 países.
Asimismo, rindió homenaje al Sistema Preventivo, afirmando que los Salesianos «nos revelan el secreto del éxito de Don Bosco, que es educar con amor y lograr desarrollar una sana autoestima entre los jóvenes a través de actividades creativas».
Los distintos ponentes y el moderador de la mesa redonda, el padre Thomas Brennan, representante de los Salesianos en la ONU, se reunieron con el presidente de la 69 sesión, Sam Kutesa, que también agradeció el gran trabajo de los Salesianos.
El encuentro concluyó con unaoración por los trabajos de la Asamblea General de la ONU.
