Por Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Acapulco |

En Acapulco hay miles de personas que han sido víctimas de la violencia. Desde hace cinco años la Arquidiócesis ha iniciado el proyecto de intervención en tiempos de crisis, el cual responde a la necesidad de crear una propuesta conceptual, pedagógica y metodológica, para que desde los componentes pastoral, espiritual, psicosocial y jurídico se pueda atender integralmente a las víctimas de la violencia, con enfoque de construcción de paz,  desde el espacio concreto de las parroquias.

El proyecto Intervención en Tiempo de Crisis, busca atender a toda clase de víctimas, provocadas por la situación de violencia e inseguridad que se vive en el Estado de Guerrero, sin importar su filiación política o religiosa,  victimas del crimen organizado, de asesinatos, secuestros, desaparición forzada, extorsiones y desplazamiento. La idea es acompañarles en un proceso de sanación espiritual y psicológica, que les dé la posibilidad de reintegrarse a la vida comunitaria en las mejores condiciones posibles, buscando que desde un enfoque jurídico  en derechos humanos, puedan acceder a la justicia y a la reparación del daño.

El tema de atención a las víctimas de la violencia es fundamental para lograr la paz, no se puede pensar en construir la paz, sin atender humana y cristianamente a tantas personas afectadas por la violencia; la atención a las víctimas es también una cuestión preventiva, ya que ser víctima sin sanar, es la ruta más corta para ser victimario. En estos momentos estamos compartiendo el Proyecto en Tiempos de Crisis a las diócesis que componen nuestra provincia y a otras más del País. La Arquidiócesis está en vigilia para seguir aprendiendo y actuar en el arte de acompañar a las víctimas de las violencias.

Como parte del compromiso de construir la paz, en la Arquidiócesis de Acapulco, realizaremos del 24 al 26 de marzo nuestra XXXVIII Asamblea Diocesana de Pastoral con el Tema: Reconciliación y Perdón, Caminos Para Construir la Paz. El Objetivo de la Asamblea es: “Dinamizar el proceso de construcción de paz en la Arquidiócesis de Acapulco, buscando caminos para el perdón y la reconciliación, en personas, comunidades, especialmente en las familias y en los jóvenes”.

“La Iglesia tiene la misión de anunciar el Evangelio que tiene la capacidad de forjar una ‘cultura de paz’. “La Iglesia, sacramento de reconciliación y de paz, desea que los discípulos y misioneros de Cristo sean también, ahí donde se encuentren, “constructores de paz” entre los pueblos y naciones de nuestro Continente. La Iglesia está llamada a ser una escuela permanente de verdad y justicia, de perdón y reconciliación para construir una paz auténtica”. Por eso, su misión es llamar a la conversión a todos y, de manera particular, a quienes han caído en las redes del crimen organizado, en cualquiera de sus expresiones. Mostrando a Jesucristo vivo, la verdadera riqueza, puede promover actitudes de desapego al dinero y al poder y de respeto a la dignidad humana y de búsqueda del bien común”.

La Asamblea estará estructurada en tres bloques: En el Primero se compartirá la experiencia de perdón y reconciliación. Algunos equipos de los Centros de Escucha nos presentaran su trabajo y escucharemos el testimonio de algunas víctimas que han sido acompañadas. El segundo bloque, será el momento iluminativo desde la Exhortación Pastoral Que en Cristo nuestra Paz, México tenga Vida Digna”. Y el tercer bloque está destinado a los compromisos para la Paz. Un Compromiso concreto que quiero que nos llevemos es que asumamos como prioridad la “Pastoral del Consuelo y la Esperanza”, a través del perdón y la reconciliación. Deseo que nuestras parroquias, comunidades, movimientos y grupos se conviertan en profetas de consuelo y esperanza para los que sufren. Los espero a todos para que tengamos en nuestra asamblea diocesana un espacio de comunión y participación y una oportunidad más de renovar el compromiso de construir la paz.

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