«Dios me ama, que alegría»
Por: Chucho Picón/Omar Arcega

Entrevista concedida vía Skype para Aleteia-El Observador

El padre Adelio Pasqualotto, perteneciente a la Congregación de San José (Josefinos de san Murialdo, ha sido nombrado obispo del Vicariato Apostólico de Napo, en Ecuador. Fue ordenado sacerdote en 1978. En 1991 fue enviado como misionero a México, donde estuvo a cargo de diversas parroquias, entre ellas podemos mencionar San Jorge Mártir en Ciudad de México, Santa Isabel de Hungría en Sonora y San José Obrero en Aguascalientes.

También fue asesor espiritual diocesano del Movimiento Familiar Cristiano Católico de la Arquidiócesis de México. Cuenta en exclusiva para El Observador las alegrías que vivió en nuestro país y los retos que enfrenta en su nueva responsabilidad.

¿Qué sintió cuando le informaron que sería consagrado obispo?
Primero pensé: -no sé quién se haya fijado en esta hormiguita que trabaja en la Amazonia-. Y después sentí una gran alegría, pues descubrí que la mirada de Jesucristo todavía se cruza con la mía. Es una nueva oportunidad que se me da de servir como obispo de este vicariato apostólico.

¿Qué recuerda de México?
Pasé 21 años en México. Nueve en el Distrito Federal, nueve en Sonora y tres en Aguascalientes. A mi pobre instrumento en las manos de Dios me toco guiarlas como párroco. Agradezco a Dios porque me permitió vivir experiencias inolvidables. En México aprendí muchas cosas y fortalecí mi devoción a la Virgen de Guadalupe. Al lado de mis hermanos religiosos y los laicos que nos acompañaron se hizo un trabajo muy grande.

Ahora vivimos en la violencia…
El México que encontré fue diferente al que dejé. Cuesta mucho consolidar la democracia, no es un proceso que se realiza de la noche a la mañana. Pero debemos creer que el Señor y la Virgen no nos dejan desamparados. El narcotráfico y la violencia son trabas bien grandes, sobre todo ahora que parecen apoderarse de la situación. Pero como cristianos no podemos dejar el dedo del renglón. Llegarán momento más tranquilos. No hay que encerrarse, sino dar la cara. Tenemos que promover una nueva cultura, la cultura de la civilización del amor.

Jóvenes y amigos no se rindan, todavía podemos ofrecer mucho, podemos dar la cara, proponer alternativas. La violencia no tiene la última palabra. El evangelio propone una estructura social muy diferente a la que nos quiere cortar las alas. Con ayuda de Dios y con el amparo de la Virgen podemos ofrecer caminos nuevos. Yo, con el Papa sigo soñando una civilización del amor. Es una tarea que todos podemos desempeñar sin importar donde estemos.

¿Qué le parece el Papa Francisco?
El Papa Francisco no necesita que nadie lo etiquete. Habla el lenguaje de la gente por lo tanto esta se emociona. Es la voz de Dios en este momento. Le escribí al Papa una carta agradeciéndole por mi nombramiento pero preguntándole ¿Por qué se fijó en mí? Yo oro por el Papa y le pedí que orara por mí.

¿Cuál será su plan pastoral?
Mi plan pastoral es la familia. Pues ahí encontramos a los niños, jóvenes, padres y abuelos. Diferentes generaciones que son protagonistas de la vida en sociedad. Mi preocupación será la familia, la formación de los agentes de pastoral. Mi lema será: «Dios me ama, que alegría», entonces intentaré contagiar a las personas esa mirada bondadosa de Dios.

¿Cómo será su escudo episcopal?
Está dividido en 4 partes. No usa símbolos heráldicos. Es un escudo catequético. En la primera parte, están representados mis orígenes, en la región italiana de dónde vengo hay manantiales de agua, hay dos chimeneas como recuerdo de que en mi pueblo había mucha industria. En el segundo cuadro, está la Virgen de la Diócesis donde nací. En el tercer cuadro, san Leonardo Murialdo, el fundador de la congregación a la que pertenezco y por último la amazonia. El señor me llama a cuidar no solo la naturaleza, sino también la ecología del corazón. Y con gusto asumo esta tarea. Oren por mí, pídanle que me cuide y acompañe en este ministerio.

Podría darnos un mensaje para México
Parejas y novios no tengan miedo a casarse por la Iglesia, el sacramento del matrimonio es una bendición y la familia es la cuna de los valores, es patrimonio de la humanidad.
Esposos y esposas, Dios los cuida y los ampara. Jóvenes, ¡échenle ganas!. El futuro hay que pintarlo con los mejores colores. No quiero que vivan un futuro gris cruzándose de brazos.
Amigos y amigas, hay un Dios: Cristo, es un amigo que nunca falla.

escudo adelio

El escudo episcopal donde están representados la región donde nació el obispo, la advocación de la virgen de esa zona, san Leonardo Murialdo y finalmente la amazonia.

Su ordenación episcopal será el sábado 7 de marzo del 2015 a las 9:30 am en la Catedral de Tena.

Agradecimientos especiales a Lic. Yolibell Maciel Da Silva V. responsable de comunicación de la Conferencia  Episcopal Ecuatoriana por las imágenes y todo el apoyo para la realización de esta entrevista.

 

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