Por Omar Arcega Video: Miguel Melgarejo
El 18 de febrero inició la segunda campaña en México de «40 días por la vida», un esfuerzo que se realiza en 11 países con la finalidad de salvar a bebes que serán abortados, esto a través de la oración permanente, tanto afuera de los aborotorios como en los hogares y parroquias.
El Origen
«40 días por la vida» es una iniciativa con la finalidad de terminar con la práctica del aborto. Para lograrlo realizan tres acciones simultaneas: 1. Oración y ayuno 2. Vigilia constante y 3. Testimonio en la comunidad y medios de comunicación.
Este Esfuerzo nace en el 2004 en Texas, es tal su éxito que 3 años después se convierte en una iniciativa a nivel nacional en Estados Unidos. Poco a poco gente de otros países se ha ido sumando. Actualmente se realiza en 11 países.
La primera ocasión que México participó fue en el 2014 y congregó a cientos de participantes que sin importar el frío, la lluvia, el cansancio y el credo se congregaron frente a la clínica abortista «Marie Stopes», en la colonia Roma, para pedir a Dios por la vida de los bebés que se encuentran en peligro de aborto, por sus madres y por la conversión de los abortistas.
En esta segunda ocasión hay gente orando día y noche en 3 puntos de la ciudad de México: Colonia Roma, Iztapalapa y Coyoacán. En estos lugares han instalado pequeños campamentos donde hay gente rezando las 24 horas del día. Pero no están solos, en alrededor de unas 15 ciudades hay grupos que se han comprometido a orar por la vida y por aquellos que rezan en las clínicas abortistas. Los participantes ofrecen oraciones o ayunos, o ambas a la vez.
Entre los logros que han tenido está el cierre temporal de al menos una de estas clínicas de la muerte. Se registran varias mujeres que llegaron con la intensión de abortar pero al ver a los voluntarios rezando decidieron no hacerlo, una de ellas les expresó «Me sentía sola, pero ya no».
Lucha pacífica
Pese a que solo se dedican a rezar fuera de los abortorios se registró un intento de desalojo por parte de una patrulla del Distrito Federal con el argumento de que estaban afectando a terceros. el Padre Roberto Funes contestó que no dañaban a ninguna persona, apeló a su derecho a manifestarse y si deseaba arrestarlo que lo hiciera.
Evidentemente no existía, ni existe motivo alguno por el cual impedir a los voluntarios el hecho de rezar juntos públicamente, por lo cual el policía se retiró.
En otro de los centros, el encargado del Valet Parking expresó su empatía con los activistas que oraban, ante esto una empleada de la clínica abortista lo mando llamar y minutos después salió diciendo que lo había despedido y que ahora acompañaría en su oración a los activistas. De este tipo se podrían narrar mil y un anécdotas.
Para apoyar los campamentos han llegado personas de muchos puntos del interior de la República Mexicana, han estado presentes grupos de todas las edades: juveniles, matrimonios y familias.
En este esfuerzo pueden participar personas de todos los credos religiosos o sin ellos, pues lo que se busca es realizar un gran frente para terminar con el mal del aborto.
Esta campaña finalizará el 29 de marzo, con una misa en la Basílica de Guadalupe, mientras tanto los organizadores invitan a unirse a este esfuerzo a través de su oración personal o comunitaria.