El Observador |

Históricamente los inmigrantes haitianos han visto en Brasil una «tierra prometida» para aliviar su difícil situación económica padecida en su país natal. Sobre todo, a raíz del devastador terremoto que azotó al país caribeño en 2010, hubo un notable incremento en la emigración: según algunos estudios, desde entonces unos 50 mil haitianos llegaron a Brasil, muchos de ellos a través de caminos sinuosos controlados por traficantes de seres humanos, que les obligan a pagar enormes sumas para luego abandonarles sin documentos ni dinero.

Ante esa dramática situación, los Misioneros de San Carlos -scalabrinianos- han establecido algunos centros de acogida exclusivos para los haitianos. Es es caso de la “Misión de Paz”, ubicada en un céntrico barrio de São Paulo y dirigida por el misionero italiano Paolo Parisi. Este lugar se ha convertido en uno de los puntos de referencia para la comunidad haitiana de casi todo el Brasil. Es un centro de acogida para los recién llegados, promueve su integración y les ofrece la posibilidad de un trabajo. De hecho, muchos empresarios de fábricas u otras industrias del estado de São Paulo, donde la mano de obra es escasa y poco cualificada, buscan trabajadores inmigrantes en la Misión, muchos de los cuales venían altamente preparados de Haití.

El padre Parisi comenta, en una nota de Fides News: “hace tres años comenzamos con este compromiso de asistencia a los inmigrantes haitianos ofreciendo cursos de portugués, asistencia sanitaria, ayuda para obtener los documentos… Hacemos lo que tendría que hacer el gobierno”. “Hemos pedido ayuda a las autoridades locales porque el número está aumentando, pero no nos han dado respuesta” subraya el sacerdote, recordando que el centro puede alojar a 110 personas.

En estos días la Comisión para las Relaciones con el extranjero y la Defensa Nacional de Brasil está analizando la propuesta de una nueva ley sobre las migraciones. A pesar de necesitarlo, Brasil sigue siendo un país extremadamente cerrado a los inmigrantes. Con casi 200 millones de habitantes, los extranjeros representan sólo el 0,3% de la población, mientras que la media mundial es del 3%. Los últimos datos estadísticos indican que São Paulo es la ciudad con el mayor número de inmigrantes de todo Brasil: de 360 a 600 mil, según datos extraoficiales., señala la nota de Fides.

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