Canción para celebrar la presencia de Aquél que se hizo carne en nuestra tierra. Una mujer sencilla y valiente fue su madre. Vivió nuestra vida.
Él supo lo que es el trabajo y la fatiga, la alegría y la amistad, la traición y la angustia, la injusticia de los poderosos, la soledad y la muerte.
Pero su amor fue más fuerte que la muerte.
Y Él quiso quedarse con nosotros para darnos vida y enseñarnos a mirar la vida, para acompañar nuestros pasos, para fortalecernos en medio de la noche.
Él se hizo uno de nosotros, uno de los nuestros, de todos, de la Humanidad entera.
Eres unos de los nuestros
Eres uno de los nuestros,
Tú das fuerza a nuestro andar
al quedarte con nosotros
en el vino y en el pan.
En la hora en que las sombras
van cayendo sobre el mundo,
no nos queda más consuelo
que tu ejemplo y que tu luz.
Tú has tenido el gran detalle
de quedarte en nuestra tierra,
compartiendo con nosotros
la alegría y la inquietud.
Eres uno de los nuestros,
Tú das fuerza a nuestro andar
al quedarte con nosotros
en el vino y en el pan.
En la hora en que la duda
va sembrando el desencanto,
eres Tú nuestra certeza,
nuestra gran seguridad.
Son tus pasos nuestros pasos,
tu valor es nuestra fuerza,
hoy queremos ver la vida
con tu forma de mirar.
Eres uno de los nuestros,
Tú das fuerza a nuestro andar
al quedarte con nosotros
en el vino y en el pan.
En la hora en que el camino
se nos hace cuesta arriba,
Tú nos echas una mano
y te pones a empujar.
Tú que arrimas siempre el hombro
y que vas a nuestro lado,
eres hoy nuestro alimento
hecho vino y hecho pan.
Eres uno de los nuestros,
Tú das fuerza a nuestro andar
al quedarte con nosotros
en el vino y en el pan.
Letra: José Antonio Olivar
Música: Juan Antonio Espinosa
La grabación, junto con 13 canciones más, se encuentra en el CD «Eres uno de los nuestros» y la partitura en el libro del mismo título (EDIBESA, www.edibesa.com)
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