“Eucaristía, ofrenda de amor: alegría y vida de la familia y del mundo”, es el tema del VI Congreso Eucarístico Nacional (CEN 2015), que se celebrará en Monterrey N.L., del 9 al 13 de septiembre.

El CEN 2015 quiere ser una experiencia «de inclusión y de aceptación, de concientización de nuestra relación con Dios, pero también con nuestros hermanos, será un tiempo de purificación para poder acercarnos dignamente a la mesa del altar. María en su misterio de amor materno será la mejor guía y ayuda para lograrlo», afirman los organizadores.

La asamblea eucarística tiene como objetivos «promover la centralidad de la Eucaristía en la vida y la misión de la Iglesia Católica; acrecentar la comprensión y celebración de la liturgia; así como la toma de conciencia sobre la dimensión social de la Eucaristía y realizar una obra social».

Durante el CEN tendrá lugar un Simposio Teológico, el 9 y 10 de septiembre, donde se reflexionarán temas como «La Eucaristía en una Iglesia de puertas abiertas», «La Eucaristía y la familia», «La Eucaristía, vida y alegría» y «La Eucaristía en una Iglesia en salida», entre otros; que serán compartidos por personalidades como Monseñor Piero Marini, Presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucaristícos; Monseñor Enrique Díaz Díaz, obispo coadjutor de San Cristóbal de Las Casas.

En el Congreso se contará con la presencia del Cardenal Javier Errázurriz, delegado especial del Papa Francisco para este acontecimiento. El congreso está presidido por el Arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López.

«Como en cada celebración eucarística, en el Congreso Eucarístico Nacional 2015 seremos convocados, compartiremos experiencias, nos alimentaremos de la ofrenda de amor, pero sobre todo seremos enviados a transmitir los compromisos pastorales y reavivar la misión y la familia», señala el padre Luis Eugenio Castillo Leal, coordinador general del CEN 2015.

Eucaristía, compartir la vida

«La Eucaristía, nace como una comida familiar, en un contexto celebrativo de la fe. Somos convocados, nos reunimos y dialogamos, compartimos la vida y el pan como familia, pero al final de la reunión, hay que despedirnos con un doble sentimiento en el corazón: quisiéramos quedarnos más tiempo, pero al mismo tiempo deseamos partir, caminar y compartir con el mundo en que vivimos, la alegría que hemos experimentado. Así, una Iglesia local invita a otras Iglesias y sus fieles para reflexionar, profundizar, estudiar y celebrar conjuntamente el misterio eucarístico, con algún tema concreto».

Para conocer a detalle la programación del CEN puede visitar la página web: http://www.cen2015.com/

 

 

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