Al terminar la Audiencia general de este miércoles, el Papa Francisco  exhortó a vivir la caridad cristiana , poniendo al centro a los más pobres y el respeto de la dignidad humana y los  derechos fundamentales. También pidió que se siga orando por el Sínodo de la familia, que ya está en su segunda semana de trabajos; dijo que él reza, especialmente por los niños.

Francisco recordó que el próximo sábado 17 de octubre tiene lugar la Jornada Mundial del Rechazo de la Miseria. «Esta jornada se propone acrecentar los esfuerzos para eliminar la extrema pobreza y la discriminación y para asegurar que cada uno pueda ejercitar plenamente sus propios derechos fundamentales. Todos estamos invitados a hacer nuestra esta intención para que la caridad de Cristo alcance y alivie a los hermanos y hermanas más pobres y abandonados, señaló.

Con su bienvenida a los peregrinos de lengua árabe, en especial a los de Oriente Medio y al grupo de refugiados iraquíes y sirios, el Papa invitó a ser leales con las promesas que se hacen a los niños y a no traicionar nunca su confianza.

Pidiendo a todos oraciones por los trabajos sinodales y alentando a testimoniar la presencia constante de Dios en el mundo, a través de la vida familiar, el Obispo de Roma exhortó asimismo a acompañar a los papás y mamás – dejándose guiar por el Espíritu Santo – a garantizar a sus hijos un futuro de vida y de fe. E invocó la ayuda de María:

«Les pido que acompañen con la oración el Sínodo en curso. Que la Virgen Madre nos ayude a seguir la voluntad de Dios, tomando las decisiones que convienen mejor para la familia ¡Recen también por mí! ¡Que el Señor los bendiga!

En el Año de la Vida Consagrada, en sus palabras a los numerosos peregrinos de Polonia, el recuerdo del Papa de la devoción mariana del Beato Honorat Ksminski, fundador de diversas congregaciones, invitando a pedir el espíritu de fidelidad para todos los consagrados, así como el don de santas vocaciones.

En el día de la memoria del Papa San Calixto mártir, al que están dedicadas las conocidas catacumbas romanas, el Santo Padre deseó a los peregrinos que llegan a Roma que el recuerdo de tantos valientes testigos de Cristo  fortaleza la fe de cada uno.

Con su especial saludo a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados, el Papa Francisco recordó que, en particular  en el mes de octubre, todos estamos llamados asostener las misiones con la oración y la solidaridad:

«Queridos jóvenes, reciban con alegría la invitación del Señor a emplear sus mejores energías en el anuncio del Evangelio. Queridos enfermos, les agradezco el precioso ofrecimiento de su sacrificio por cuantos aún no conocen el amor de Dios. ¡Queridos recién casados, sigan proclamando con su vida el cariño fiel del Señor!»

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