FE Y RAZÓN

Por Luis-Fernando Valdés

Francisco visitará México y tienen una agenda que lo llevará a los lugares más representativos de algunos serios problemas humanos. Al visitar esas periferias urbanas y existenciales, ¿qué tipo de un mensaje proclamará el Papa: religioso o político?

1. Un nuevo concepto pastoral. Una de las novedades del pontificado del Papa Francisco fue su frase de invitar a los católicos a atender las “periferias existenciales”. Sin duda, este concepto surge de un fenómeno social, que son las llamadas “villas miseria” ubicadas en las periferias de Buenos Aires.

En esas periferias sociales hay continuos problemas urbanos: falta de agua, explotación laboral, tráfico de personas, etc. Pero de ahí, ya desde su época de cardenal, Francisco nos hizo ver que hay también otras “periferias”, con una problemática grande: las de la existencia humana.

De esta manera, de la realidad vital de las periferias, el Santo Padre acuñó un nuevo concepto pastoral: el de “periferias existenciales”, pero no con un afán académico o meramente indicativo, sino para denunciar un problema profundo y de inmediato buscar su solución.

2. El programa de su pontificado. En vísperas del Cónclave que lo eligió, en una intervención ante el resto del colegio cardenalicio (durante las llamadas “congregaciones generales”), el entonces cardenal bonaerense, expuso cuál era su visión de la misión del nuevo Papa (sin saber que él sería el elegido).

En su breve discurso el card. Bergoglio afirmó: “La Iglesia está llamada a salir de sí misma e ir hacia las periferias, no solo las geográficas, sino también las periferias existenciales: las del misterio del pecado, las del dolor, las de la injusticia, las de la ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensamiento, las de toda miseria.”

Y añadió: “Pensando en el próximo Papa: un hombre que, desde la contemplación de Jesucristo y desde la adoración a Jesucristo ayude a la Iglesia a salir de sí hacia las periferias existenciales, que la ayude a ser la madre fecunda que vive de ‘la dulce y confortadora alegría de la evangelizar’.”

3. Las repercusiones sociales de una visita pastoral. Con estos antecedentes, es más claro entender que el Pontífice no viaja a México para hablar de política, sino para llevar el Evangelio tanto a los que viven en las periferias sociales, como a los que sufren interiormente el drama de las “periferias existenciales”.

Además, así lo hizo ver Francisco en una entrevista especial del corresponsal de Notimex en Roma, Andrés Beltramo, a quien le confió: “Yo voy a México no como un rey mago cargado de cosas para llevar mensajes, ideas, soluciones a problemas, no sé, pensemos todas las cosas, yo voy a México como un peregrino. (…) Voy a buscar la riqueza de fe que tienen ustedes.”

Y añadió qué él no quería “tapar nada”, o sea, no negar nada del “México de la violencia, el México de la corrupción, el México del tráfico de drogas, el México de los cárteles”, sino que vendrá a “exhortarlos a la lucha de todos los días contra la corrupción, contra el tráfico, contra la guerra, contra la desunión, contra el crimen organizado, contra la trata de personas”.

El Santo Padre visitará las periferias existenciales de México, como la de los indígenas en Chiapas; la de la violencia y el narcotráfico, en Morelia; la de los migrantes en Ciudad Juárez (en la línea fronteriza con El Paso, Texas). Sin duda, este viaje representará un gesto de solidaridad con los que sufren estos duros problemas, pero también será para los demás una sacudida a la indiferencia y una llamada a la acción.

@feyrazon  lfvaldes@gmail.com

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