Después del Ángelus el Santo Padre dedicó unas palabras a un grupo de chicos y chicas de Acción Católica de la diócesis de Roma que formaban parte de la »Caravana de la Paz». El Papa les animó a ser »instrumentos de paz y de misericordia entre sus compañeros» y les recordó que este año »su testimonio de paz, animado de la fe en Jesús, será todavía más alegre y consciente, porque está enriquecido por el gesto de pasar por la Puerta Santa». A continuación un grupo de chavales leyó en voz alta el mensaje del que eran portadores y seguidamente el resto de compañeros lanzaron globos desde la plaza como símbolo de paz.
También el Papa saludó a todos los peregrinos reunidos en la plaza y mencionó que se ha celebrado la Jornada Mundial de los Enfermos de Lepra. »Esta enfermedad -dijo-, a pesar de estar en regresión, afecta todavía desafortunadamente a las personas más pobres y marginadas. Es importante mantener viva la solidaridad con estos hermanos y hermanas, que han quedado inválidos tras esta enfermedad. A ellos aseguramos nuestra oración, y nuestro apoyo a quienes les asisten. Buenos laicos, buenas hermanas, buenos curas».