Después de la oración del Ángelus y del llamamiento a la comunidad internacional por Siria, el pontífice recordó laJornada por la Vida sobre el tema «La misericordia hace florecer la vida» que se celebra en Italia este domingo:
«Me uno a los Obispos italianos para desear de parte de las diversas instituciones educativas y sociales, un renovado compromiso en favor de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural. Nuestra sociedad debe ser ayudada a sanar de todos los atentados contra la vida, osando un cambio interior, que se manifiesta también a través de las obras de misericordia. Saludo y animo a los docentes universitarios de Roma y a quienes están comprometidos en dar testimonio de la cultura de la vida».
Asimismo el pontífice recordó la Jornada de oración y reflexión en contra de la trata de personas, como la celebración del Año nuevo lunar en Extremo Oriente y en otras partes del mundo a celebrarse el lunes 8 de febrero:
«Mañana se celebra la Jornada de oración y reflexión en contra de la trata de personas, que ofrece a todos la oportunidad de ayudar a los nuevos esclavos de hoy a romper las cadenas pesadas de la explotación para recuperar su libertad y dignidad. ¡Pienso, en particular, en las muchas mujeres y hombres, y en los tantos niños! Se necesita hacer todo el esfuerzo posible para acabar con este crimen y esta vergüenza intolerable.
Y también mañana, en el Extremo Oriente y en diversas partes del mundo, millones de hombres y mujeres celebran el Año Nuevo Lunar. Les deseo a todos que experimenten laserenidad y la paz en el seno de sus familias, que constituyen el primer lugar donde se viven y transmiten los valores del amor y la fraternidad, de la convivencia y el intercambio, de la atención y el cuidado del otro. Que el Año Nuevo traiga frutos de compasión, misericordia y solidaridad. Y a estos hermanos y hermanas nuestros del Extremo Oriente, que mañana celebrarán el Año Nuevo lunar saludamos con un aplauso desde aquí…»
Además de saludar a los fieles, peregrinos, grupos parroquiales, asociaciones, y confirmandos de algunas diócesis italianas, dirigió un agradecimiento especial a la comunidad sacerdotal del Colegio Mexicano de Roma:
«Saludo a todos los peregrinos, a los grupos parroquiales y asociaciones provenientes de Italia, España, Portugal, Ecuador, Eslovaquia y otros países. ¡Son muchos para mencionarlos a todos! Cito solamente a los confirmandos de las diócesis de Treviso, Padua, Cuneo, Lodi, Como y Crotón. Y saludo a la comunidad sacerdotal del Colegio Mexicano de Roma, junto a otros mexicanos: gracias por su compromiso de acompañar con la oración el viaje apostólico a México que haré en unos pocos días. Les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta la vista”.