Por Francisco Xavier SÁNCHEZ |

El domingo 14 de Febrero, y de manera providencial, pude participar a la misa celebrada por el Papa Francisco en Ecatepec, Estado de México. No podía yo conseguir mi boleto para concelebrar, hasta que un sacerdote que no pudo participar me cedió el suyo, y pude finalmente estar presente en la misa.

Al igual que muchos católicos –aunque no todos– estoy muy contento con las transformaciones y renovación que el Papa Francisco está realizando en la Iglesia católica. Por eso él ha elegido el nombre de Francisco. En honor al Santo de la Edad media, Francisco de Asís, quien se dio cuenta, en su tiempo, que la Iglesia católica se estaba cayendo por haberse aliado con los poderes y privilegios del mundo. La frase que el Cristo de San Damián dijo a Francisco de Asís a fines del siglo XII: “Francisco repara mi Iglesia”, vuelve a resonar en los oídos de nuestro querido Papa Francisco.

Aún falta mucho por hacer para buscar una Iglesia más profética, libre y evangélica, pero creo que vamos por buen camino con el Papa Francisco. Durante la misa pude renovar mi sacerdocio en unos momentos de silencio y disfrutar de esta allí, con otros cohermanos sacerdotes que tratamos de seguir a Cristo, a pesar de nuestras propias debilidades.

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