FE Y RAZÓN | Por Luis-Fernando VALDÉS |

 

Algunos católicos han llegado a afirmar que el mensaje de Francisco es divergente del de su antecesor. Pero no es así: el Papa emérito en una entrevista reciente alabó la práctica pastoral de Francisco, que habla continuamente de la misericordia de Dios.

1. La entrevista. Acaba de salir a la venta el libro “Por medio de la fe. Doctrina de la justificación y experiencia de Dios en la predicación de la Iglesia” de Ed. San Pablo, editado por el jesuita Daniele Libanori.

Se trata de las actas de un congreso teológico que se llevó a cabo en Roma en octubre del año pasado. Entre otros artículos, el libro incluye una entrevista con Joseph Ratzinger del teólogo jesuita belga Jacques Servais sobre “qué es la fe y cómo se llega a creer”. En ese diálogo, Benedicto XVI citó a su sucesor y habló generosamente sobre la misericordia.

2. La necesidad del hombre de hoy. La afirmación clave del Pontífice emérito es ésta: “Para mí es un ‘signo de los tiempos’ el hecho de que la idea de la misericordia de Dios sea cada vez más central y dominante”.

Benedicto explica que “el hombre de hoy tiene la sensación general de que Dios no puede dejar que la mayor parte de la humanidad caiga en la perdición”, y que a pesar de la visión moderna (que no se preocupa por la salvación), “sigue existiendo, de otra manera, la percepción de que nosotros necesitamos la gracia y el perdón”.

3. Tres Papas en continuidad. El Papa emérito hizo suyos los mensajes sobre la misericordia tanto de Juan Pablo II como de Francisco. Explicó que Juan Pablo II “estaba profundamente impregnado” del tema de la misericordia.

Dijo que el Papa polaco, a partir de las experiencias en las que desde los primeros años de su vida, “constató toda la crueldad de los hombres”, y que así descubrió que “la misericordia es la única verdadera y la última reacción eficaz contra la potencia del mal. Solo allí en donde hay misericordia acaba la crueldad, acaban el mal y la violencia”.

Benedicto expuso también que “Papa Francisco se encuentra completamente en sintonía con esta línea” de la misericordia. Y añadió: “Su práctica pastoral se expresa justamente en el hecho de que él nos habla continuamente de la misericordia de Dios. Es la misericordia lo que nos mueve hacia Dios, mientras que la justicia nos espanta”.

4. Misericordia, el tema de nuestros días. Hablar de misericordia no es una cuestión meramente académica, como si fuera un tema más entre los muchos posibles de los que un Papa pudiera hablar. Se trata de la respuesta de Dios a una profunda necesidad interior del ser humano.

Así lo constata el Papa emérito, quien explica que el hombre de hoy “bajo la capa de la seguridad de sí y de la propia justicia … esconde un profundo conocimiento de sus heridas y de su integridad ante Dios”. Y al constatar su debilidad y su falta de integridad, el ser humano “está esperando la misericordia”.

Para Benedicto, el hombre moderno necesita la misericordia, manifestación de la delicadeza de Dios hacia cada persona, porque “en la dureza del mundo de la técnica, en el que los sentimientos ya no cuentan nada, aumenta la esperanza de un amor salvífico que sea dado gratuitamente”.

Benedicto XVI “rompió” su silencio voluntario para hablar de teología, y en su intervención nos ha mostrado que está en la misma sintonía de Francisco. En realidad, los últimos Obispos de Roma, ante el mundo que se ha tornado cruel por haberse alejado de Dios, ha visto que la misericordia es la respuesta de Dios al mal presente en nuestros días.

@FeyRazon   lfvaldes@gmail.com

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