Por Felipe MONROY | Director Vida Nueva México |

La filtración de documentación sobre sociedades financieras en paraísos fiscales de la consultora Mossack Fonseca (MF) se ha presentado como un muy fino y coordinado trabajo de investigación periodística global en el que se revelan los nombres y los modelos de operación de personajes claves en las cúpulas de éxito en la política, los negocios y el espectáculo.

Lo primero que es necesario contemplar es el volumen monumental de documentación que era resguardada por la firma consultora MF y el gran universo de clientes que, de 1977 a 2015, auxilió para ocultar y hacer crecer sus millonarios negocios al amparo de un muy sofisticado sistema de ingeniería financiera. Lo segundo por atender es la oportunidad que la consultora Mossack Fonseca advierte para filtrar 2.6 terabytes de información al periódico alemán Süddeutsche Zeitung y la decisión de este medio para compartir 11.5 millones de documentos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación , organización internacional de prensa y periodistas, para que estudien a detalle los clientes, los personajes y las informaciones que le sean más útiles a su país, audiencia y a sus intereses particulares. El compromiso al que llegaron los periodistas que realizaron las búsquedas exhaustivas de sus objetivos en la documentación del bufete MF fue publicar esta información a partir del 3 de marzo pasado, según esto, un año después de que se recibió la información filtrada.
A partir de estos acontecimientos me gustaría analizar tres considerandos: uno profesional periodístico, otro de repercusiones políticas-económicas internacionales y, finalmente, el que más importa en todo esto: los efectos sociales.

Periodismo de investigación

Los 11.5 millones de documentos de la filtración de MF no podían ser analizados de manera íntegra en exclusiva por el periódico Süddeutsche Zeitung; por ello parece sensato el compartir la información para que los periodistas del mundo hagan su parte. Además, frente a un desafío global (el sistema financiero de privilegios y trapacerías fiscales se soporta bajo un modelo internacional) es imperante un esfuerzo internacional de medios de comunicación, uno que trabaje coordinada y globalmente. Este primer lunes de abril, cada rincón del mundo, cada discurso regional y nacional amaneció con dos noticias mayúsculas. La primera: la revelación de un ‘club olímpico’ de multimillonarios que utilizaron empresas fantasmas, prestanombres y otros mecanismos irregulares para salvaguardar y acrecentar su ofensiva fortuna; y la segunda: entre esos multimillonarios hay uno que sí conozco, que sí me afecta, que es de mi país, mi sector o mi afición.

Süddeutsche, por ejemplo, no publica información sobre los argentinos o mexicanos involucrados en el affaire; Proceso o Aristegui Noticias, no atienden las miles de empresas alemanas beneficiadas de este escándalo; la prensa en España no parce hablar de otra cosas que no sea la hermana del rey Juan Carlos; la Nación en Argentina se debate en mirar si está más manchado el presidente actual Macri o la presidencia saliente de Fernández Kirchner; vaya los periódicos deportivos sólo hablan de cómo el crack del futbol Messi, también está en la pléyade de inmorales multimillonarios.

Cada quien su tonada, su canción. Sólo hay una coincidencia generalizada en los medios nacionales: Vladimir Putin, pero eso lo veremos más adelante.

Queda claro que cada medio buscó la información que más se acercaba al interés de sus audiencias, el exhausto trabajo de investigación se ha hecho sobre una inmensa base de datos. Lo importante de este ejercicio profesional es que finalmente se da confirmación documentada a muchas de las intuiciones y sospechas que se tienen de la cúpula de liderazgos: el cinismo de utilizar recursos cuestionablemente legales para lograr ganancias perfectamente inmorales.

Algo que, en México, por otra parte, se ha trabajado a detalle con casos como la Casa Blanca y las concesiones a Higa, las adjudicaciones irregulares a Grupo México, los dólares peregrinos de HSBC México, el caso Oceanografía-Pemex y Banamex, etcétera.

Sin embargo, aún hay muchas preguntas que los periodistas debemos hacernos y debemos intentar dar con respuestas claras: ¿Cómo aparece en el panorama de paraísos fiscales la consultora Mossack Fonseca en Panamá? ¿Cuál es el universo de este tipo de oficinas que desarrollan esta masiva ingeniería financiera en el mundo? Es decir: ¿Cuáles son los principales competidores de MF? ¿Qué detonó ese ejercicio de filtración de documentación e MF al Süddeutsche? ¿Por qué así, por qué ahora?

Una última consideración sobre el periodismo de investigación. Para varios medios de comunicación, el estudio de documentación en el periodismo de investigación debe garantizar un valor ético importante: los archivos deben haberse obtenido a través de una resolución u orden judicial si hay resistencias; y, si es cualquier otro medio legal voluntario, lo honorable es preguntar al emisor por qué desea hacer públicos dichos papeles y comentarlo al público para que sepan desde dónde partir, desde dónde leer dicha información. Finalmente, ¿cómo pasar de un voyerismo de multimillonarios a efectos concretos en el modelo financiero internacional?

Implicaciones internacionales

Regresemos al primer receptor de la información filtrada. El periódico alemán Süddeutsche Zeitung lleva algunas noticias destacadas en su portada: las miles de empresas alemanas vinculadas a Mossack Fonseca, el artículo del editor sobre la historia de The Panama Papers y un extenso trabajo sobre bancos rusos y millonarios beneficios de amigos o cercanos del presidente Vladimir Putin.

¿Cuáles han sido las principales reacciones a estas informaciones? Uno. El ministro de Justicia Federal alemán Heiko Maas planea un “registro de transparencia” en las empresas buzón, las cuales deben revelar sus verdaderos dueños (es una reacción que siguieron todas las naciones con personajes involucrados; en México, el Sistema de Administración Tributaria declaró que haría investigaciones a detalle de los imputados). Dos: La Federación Rusa ha reaccionado inmediatamente alegando que la filtración de The Panama Papers sólo tiene como objetivo el desprestigiar a su líder. Y tres: la velada petición para que las naciones involucradas en este sistema fraudulento reciban castigo ejemplar por las Naciones Unidas. Ni más ni menos por dos temáticas que preocupan a Europa: la migración y el terrorismo.

Rusia, como se sabe, ha adquirido una responsabilidad mayúscula en el área de seguridad y particularmente en el tema de la defensa ante amenazas terroristas; Alemania, por su parte, lleva el bastón de mando europeo para analizar y responder ante los efectos culturales y económicos de la masiva migración de comunidades del África o del Medio Oriente.

Sí, de esta tensión dependen en gran medida las garantías individuales, comunitarias y sociales que se pretenden para el resto del siglo XXI; las responsabilidades de los organismos internacionales, el modelo diplomático, la mutua vigilancia, la guerra, el desarrollo industrial y el cuidado de la tierra.

¿Por qué aparece Vladimir Putin encabezando a los líderes internacionales en este escándalo financiero? Quizá porque es el representante de la más inquietante potencia internacional que se desenvuelve con extrema seguridad y sobrada confianza para criticar a sus oponentes; en los últimos meses hemos visto a un presidente ruso ‘tomando al toro por los cuernos’, al menos en el discurso. Así que, el que se vea vulnerado por los gigantes bolsillos de la avaricia y el fraude le quita el halo heroico. Rusia ya ha dicho que son ataques directos al líder y a la nación; por tanto, parece indicar que las relaciones diplomáticas vayan a tensarse algo más entre las potencias en medio de una crisis humanitaria y de seguridad.

Hasta allí todo lo que tiene que ver con las élites pero ¿en dónde advertimos los cambios para la gente?

Repercusión social

¿Qué es lo que el grueso social puede ganar del The Panama Papers Affaire? ¿A dónde nos conduce este nuevo legajo de información? ¿Qué tanto hemos cambiado con la filtración de información internacional como la realizada por Snowden con Wikileaks?

En el ámbito social no ha sucedido algo que no estuviera ya pasando: los multimillonarios conocen mecanismos ubicados en la frontera de la legalidad y la moralidad para hacerse más ricos, los Estados han perdido el control de los flujos de capitales y de la monetización del orden, la riqueza no se distribuye ni por capacidad ni por necesidad sino por rapiña y fraude, el patrocinio de los insumos de bienestar podría estar siendo alimentado por los mismos provocadores de la hambruna.

La imagen del titán corruptor se reproduce en cada sector:

1. En un país con déficit de cobertura y servicios educativos aparece el benefactor de becas para estudiantes cuyos fondos provienen precisamente de desfalcar al Estado, el cuál no puede garantizar educación social y por ende aplaude al benefactor por dar becas en el sistema privado, sector del que el benefactor es socio interesado.

2. En un país destrozado por los conflictos bélicos y la inestabilidad social, un general extranjero promete paz mediante la caza de los rijosos y terroristas. Requiere libertad de maniobra financiera para hacerse de armas y ejército; controla la rebelión, participa en la instauración de un gobierno afín. Utiliza sociedades off-shore para pagar a los terroristas que contrató en primer lugar.

3. En un país democrático en vías de desarrollo, un gobernante promete modernizar infraestructura y servicios. Son seleccionadas las empresas para dar movimiento a la inversión estatal, hay adjudicaciones multimillonarias a dichas empresas. El gobierno dice que todo es legal. Una vez concluido el mandato, el gobernante disfruta del dinero que las empresas ‘seleccionadas’ le han pagado vía empresas fantasmas de paraísos fiscales que lo deslindan de la transacción.

Sólo hay dos posibles reacciones sociales ante estas circunstancias: el cinismo inmóvil o el moralismo acusante.
En el primero, el ciudadano asume que sólo existe ese camino: “Siempre ha sido así, el pez grande come pez chico. Nada se ha podido hacer y no es momento para intentar cambiar algo. Si el cinismo de estos multimillonarios es olímpico ¿por qué mi cinismo tendría que ser noticia? Ellos han redefinido el significado de robar, estafar y corromper; lo que yo hago no es comparable”. Así por el estilo.

El riesgo del cinismo es que, para variar, serán los últimos los que permanezcan en la ignominia del mundo.
En el segundo, el ciudadano va por el mundo con un dedo acusador, flamígero y moralizante, señalándolo todo como pecaminoso, inmoral, ilegal, irracional, fuera de orden. Un jactancioso apuntador del mal, un crítico amargado para el cual todo está mal menos sí mismo, obsesivos rivales de la realidad. A estos personajes se les encuentra muy fácilmente en las redes sociales.

Los riesgos de este moralismo acusante, como se constata, es el tener una isla donde todos se señalan y rechazan rabiosamente; un mundo de desconfianza donde ser vulnerable es lo peor que puede pasar. Donde todos queremos parte de ese Olimpo privilegiado que, si no es por millones de dólares, al menos será por la sabiduría o la santidad.

Epílogo

The Panama Papers le pone filiación ideológica a la sociedad contemporánea de inicios del siglo XXI. Después de pasearnos a través de un par de terabytes y medio, de 11.5 millones de documentos, miles de empresas y un sinfín de edificios simbólicos de poder y de dinero hemos llegado a Nowhere. Fuimos de Panamá a ningún lado. Sólo aire caliente y transacciones financieras digitales que engrosan el ego de celebridades indiferenciables.

Es allí donde tiene cabida uno de los propósitos más nobles del periodismo: mirar a la gente, escucharla y contar su historia. Arriba expliqué la imagen del titán corruptor que puede ser real o no. Sin embargo, quienes sí son reales, son esos estudiantes que reverencian a su generoso bienhechor educativo que en primer lugar ha destrozado el sistema educativo social (funciona igual con enfermos y sanidad pública); son esas personas que mueren o padecen bajo las balas de un conflicto armado teatralizado por un ‘agente de paz’; son esas personas que sobreviven con angustia cada día esperando que ‘descienda presupuesto’ para sus más básicas necesidades y son esos líderes que acceden patrióticamente a ese reclamo social sacrificando las riquezas del cielo y de la tierra, logrando inversión y llevándose una tajada tras ciertos malabares financieros.

El gran efecto que puede provocar la filtración de los documentos de Mossack Fonseca en The Panama Papers no está sólo en las infinitas cifras bancarias o en la imbricada investigación sobre las líneas de corrupción, abuso e impunidad; sino en la infinita experiencia humana, sobre las vivas líneas de la expresión sobre sus rostros, en cada historia personal o comunitaria, las cuales revelan que, si hay paraísos fiscales, es porque existen infiernos tributarios.

@monroyfelipe

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