Ser también nosotros hombres y mujeres que saben decir “sí” al Señor, como Abraham, como María y Jesús, y no como esos que hacen que miran “un poco para otro lado, para no responder” .Fue lo que dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada esta  mañana en la Casa Santa Marta, tomando como punto de partida la solemnidad de la Anunciación, del “sí” de María, para recordar aquella “humanidad de hombres y mujeres”, que, a pesar de ser ancianos como Abraham o Moisés, “dijeron sí a la esperanza del Señor”.

Abraham, recordó, obedece al Señor, dice “sí” a su llamada, y parte de su tierra sin saber adónde ha de ir. Y pensemos también en Isaías, que “cuando el Señor le dice que vaya a decir las cosas al pueblo”  él responde que tiene “los labios impuros”. El Señor “¡purifica los labios de Isaías e Isaías dice sí!”. Lo mismo vale para Jeremías, que consideraba que no sabía hablar, pero luego dice “sí” al Señor.

“Y hoy el Evangelio nos dice cuál es el fin de esta cadena de “sí”, pero el inicio de otro “si”, que comienza a crecer: el sí de María. Y este ‘sí’ hace que Dios no sólo mire cómo marcha el hombre, no sólo camine con su pueblo, sino que se haga uno de nosotros y tome nuestra carne. El ‘sí’ de María que abre la puerta al ‘sí’ de Jesús: ‘Yo vengo para hacer Tu voluntad’, este ‘sí’ que marcha con Jesús durante toda la vida, hasta la Cruz”. Y el ‘sí’ de Jesús que pide al Padre alejar de él el cáliz, pero agregando: Padre, “que se haga Tu voluntad”. En Jesucristo, por lo tanto, “está el ‘sí’ de Dios: Él es el ‘sí’”.

Esta, siguió diciendo, es “una bella jornada para agradecer al Señor por habernos enseñado este camino del ‘sí’, pero también, para pensar en nuestra vida”. Un pensamiento que el Papa dirigió en particular a algunos sacerdotes presentes que celebran su 50mo aniversario de ordenación. “Todos nosotros, a lo largo de cada día, debemos decir ‘sí’ o ‘no’ y siempre pensar  si decimos ‘sí’ o, como tantas veces, nos escondemos, con la cabeza gacha, como Adán y Eva, para … no decir  ‘no’, pero hacerse como el que no entiende… como si uno no entendiera lo que Dios pide. Hoy es la fiesta del ‘sí’. En el ‘sí’ de María está el ‘sí’ de toda la historia de la Salvación, y allí comienza el último ‘sí’ del hombre y de Dios”. Allí, “Dios recrea -tal como al principio, con un ‘sì’ hizo el mundo y al hombre, esa hermosa Creación”, y ahora con este ‘sí’, “aún más maravillosamente recrea el mundo, nos recrea a todos nosotros”. Es el  ‘sí’ de Dios que santifica, que nos hace seguir adelante en Jesucristo”. “Es una jornada para agradecer al Señor y para preguntarnos:  ‘¿Yo soy un hombre o mujer del ‘sí’ o soy un hombre o mujer del ‘no’, o soy un hombre o mujer que mira un poco para otro lado, para no responder?.  Que el Señor nos dé la gracia de entrar en este camino de hombres y mujeres que han sabido dar el sí”.

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